Desarrollan un dispositivo para extraer el arsénico del agua
Investigadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), crearon un reactor con un material fácil de obtener en el campo que potabiliza al agua del conocido veneno.
Investigadores argentinos trabajan en el desarrollo de un sencillo dispositivo para reducir la presencia de arsénico en el agua que utilizan algunas poblaciones rurales. El tema es de vital importancia para pueblos de una franja central del territorio argentino, donde parte del agua subterránea contiene naturalmente un alto componente de arsénico, lo cual constituye un serio problema de salud pública debido al poder cancerígeno y neurotóxico del elemento.
La tarea está a cargo de un grupo de investigadores de la División Química del Agua y del Suelo del Centro Atómico Constituyentes de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Desarrollan un reactor de tres columnas de plástico que utiliza como componente esencial huesos de vaca, los que tras un sencillo proceso de calcinado y trituración, logran retener el arsénico del agua potable.
La contaminación con arsénico puede estar naturalmente en el agua o llegar a ella por la actividad humana. En una franja continua noroeste-sudeste, desde la Cordillera hasta la costa rionegrina aproximadamente, la población rural está expuesta a lo que se ha definido como hidroarsenicismo crónico regional endémico (Hacre).
El material elegido para hacer funcionar al reactor es la hidroxiapatita, una sustancia que los científicos de la CNEA vienen estudiando desde 2000. Se trata de un mineral presente en los huesos y tiene la capacidad de inmovilizar contaminantes como antimonio, cadmio, zinc, cobalto y arsénico, según lo prueban diversos trabajos realizados por el grupo de investigadores.
La contaminación con arsénico puede estar naturalmente en el agua o llegar a ella por la actividad humana. En una franja continua noroeste-sudeste, desde la Cordillera hasta la costa rionegrina aproximadamente, la población rural está expuesta a lo que se ha definido como hidroarsenicismo crónico regional endémico (Hacre).
El material elegido para hacer funcionar al reactor es la hidroxiapatita, una sustancia que los científicos de la CNEA vienen estudiando desde 2000. Se trata de un mineral presente en los huesos y tiene la capacidad de inmovilizar contaminantes como antimonio, cadmio, zinc, cobalto y arsénico, según lo prueban diversos trabajos realizados por el grupo de investigadores.