La semana finalizó con asaltos en el Gran Mendoza, ocurridos durante la noche del viernes en distintos departamentos.
La semana finalizó con asaltos en el Gran Mendoza, ocurridos durante la noche del viernes en distintos departamentos.
Herido de bala en un tobillo
En lo que podría considerarse una especie de "crónica delictiva" la "movida" comenzó en Las Heras, más precisamente en la esquina de Independencia y Olascoaga, cerca de las 21.15, cuando un joven de quince años fue abordado por dos individuos quienes, previa amenaza con un arma de fuego, le robaron su bicicleta.
Tras consumar el hecho, los delincuentes huyeron, no sin antes hacer un disparo "al voleo", con tan mala suerte que la bala fue a dar al tobillo del chico.
Fue así que los vecinos se comunicaron al 911 y de inmediato se trasladó al joven al hospital Carrillo, pero la complicación de la herida (sin orificio de salida) hizo que debiera llevarse al muchacho al Lagomaggiore, donde fue intervenido quirúrgicamente.
Felizmente el pibe está fuera de peligro.
Tapados con una manta para no mirar
En otro hecho, sucedido poco después de las 22.30, una pareja de Maipú sufrió la odisea de ser asaltados por cuatro individuos en su propio domicilio.
En Ruta provincial 50 al 3.792, vive con su mujer, Jorge Contreras, de 53 años, quien en la noche del viernes se disponía a iniciar el merecido descanso del fin de semana cuando cuatro hombres ingresaron a su casa, sin violentar ningún acceso, y tras pedirle a la pareja "que se tapara" con una manta, para que no los pudieran identificar, se llevaron $3 mil, 150 dólares, una notebook y una cámara fotográfica digital.
Posteriormente se dieron a la fuga sin dejar rastro alguno.
Al entrar el auto
El otro acto delictivo de la noche del viernes se produjo en la calle Pairó al 1.896 de Godoy Cruz. Cerca de la medianoche, José María Jaser, de 49 años, se disponía a ingresar el auto a su casa cuando dos hombres llegaron en una moto "de 110 cilindradas" y amenazaron a Jaser con un arma de fuego.
Ante la presencia del revólver, el hombre debió entregarles mil pesos en efectivo, su celular y un reloj.
Como en los otros casos, los cacos se fugaron, en este caso en su moto, sin que se sepa aún nada de ellos.