Por año, 1,7 millones de vidas estarían salvadas si estos alimentos se consumieran más. La epidemióloga de la OPS y la OMS en la Argentina, Marcia Moreira, señaló que hay que introducirlas en la dieta para revertir una cuestión cultural.
Las frutas y las verduras son componentes esenciales de una dieta saludable, y un consumo diario suficiente contribuiría a la prevención de patologías importantes. Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización para la Agricultura y la Alimentación calcula que cada año podría salvarse 1,7 millón de vidas en el mundo si se aumentara lo suficiente el consumo de frutas y verduras.
Ambos organismos recomiendan a la población ingerir un mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras (excepto papa, batata y otros tubérculos) para proteger la salud. Con generosas porciones de frutas y verduras se pueden prevenir afecciones crónicas: cardiopatías, cáncer, diabetes y obesidad, y al mismo tiempo prevenir y mitigar carencias de micronutrientes, sobre todo en los países menos desarrollados.
"El hecho de que las personas coman pocas frutas y verduras responde a múltiples factores, como el alto costo; la poca disponibilidad -en algunos lugares hay que viajar para conseguirlas-, la escasa diversidad en la oferta según la región; la falta de difusión de sus propiedades protectoras y de propaganda de las ofertas en cada temporada. Además, se dañan rápido, exigen lavarlas y comerlas en un tiempo corto luego de comprarlas y la ingesta no está incorporada culturalmente", enumeró Marcia Moreira, epidemióloga de la OPS/OMS en Argentina.
Para revertir esta tendencia, la epidemióloga destacó la necesidad de introducirlas en la dieta de los niños desde el primer año de vida, promover el trabajo intersectorial y acuerdos entre productores y distribuidores, poner en marcha incentivos y medidas protectoras, además de campañas que promocionen las bondades de las frutas y verduras según la estación del año.
La ingesta variada de frutas y verduras garantiza un consumo suficiente de la mayoría de los micronutrientes, de fibra dietética y de sustancias no nutrientes esenciales. El aumento del consumo puede ayudar a desplazar los alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares o sal.
Una herramienta contra el cáncer
Una revisión internacional de alto nivel sobre el consumo de frutas y verduras y el riesgo de cáncer, coordinada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), concluyó que el consumo de frutas y verduras puede reducir el riesgo de cáncer, y en particular de cánceres gastrointestinales.
El CIIC calcula que la fracción prevenible de cánceres debidos a una ingesta insuficiente de frutas y verduras oscila en todo el mundo entre el 5% y el 12%, y entre el 20% y el 30% en el caso de los cánceres gastrointestinales.
La estrategia mundial de la OMS sobre el régimen alimentario, la actividad física y la salud hace hincapié en el aumento del consumo de frutas y verduras como una de las recomendaciones para elaborar las políticas y directrices dietéticas nacionales para la población.