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Sin bomberos, turistas debieron apagar un incendio en un camping de San Rafael

A contrarreloj y sin un camión cisterna del municipio, quienes estaban acampando tuvieron que combatir las llamas desde el mediodía de este jueves. Mirá las impactantes fotos.

A las 12 del mediodía de este jueves, los miles de turistas que se encuentran en la zona predilecta del Sur mendocino se hallaron ante un impactante incendio que consumía árboles, carpas y cabañas en un camping de Valle Grande, San Rafael.

Inmediatamente, y sin nadie que los comandara, el espíritu solidario de los veraneantes los llevó a juntar baldes, palanganas, ollas y todo tipo de recipientes para sacar agua del río Atuel y crear verdaderas cadenas humanas hasta el fuego.

Las llamas ya se habían devorado miles de kilos de leña ubicados junto a una de las cabaña que, al mismo tiempo, comenzó a arder, mientras desesperadamente algunos campistas veían que sus carpas eran consumidas casi instantáneamente.

El siniestro tuvo lugar en el camping Allum Elum, donde se ubicaban más de doscientas personas disfrutando de sus vacaciones. Mientras las madres con sus hijos más chicos se alejaban del lugar, hacia la ruta, los hombres y las mujeres que podían, sacaban todo tipo de recipientes para paliar el fuego.

Algunos comenzaron a llegar con matafuegos que sacaban de sus automóviles al tiempo que desde los campings vecinos se creó una multitudinaria e improvisada brigada antiincendio, de la que participaban todos los que pasaban por el lugar.

Así se pudo ver a jóvenes que tienen emprendimientos de raffting corriendo para dar una mano, mientras brillaban por su ausencia los bomberos, ambulancias o camiones cisternas de la municipalidad.

El encargado del camping dijo a SITIO ANDINO, único medio testigo del hecho, que “fue un accidente, como ocurre en cualquier lado, pero que obliga a tomar medidas en el futuro. Agradezco a los turistas que fueron verdaderos bomberos, trajeron cerca de 30 matafuegos, el agua no alcanzaba con las bombas y las mangueras, pero ahora hay que ver qué lo provocó. No es un momento para pensar en eso, sólo para agradecerles a los turistas, a los chicos de otros camping y que manejan los rafftings que se convirtieron en verdaderos brigadistas".

Otro a quien se vio dando una mano fue el comisario general Marcelo Fuentes, titular de la Distrital Sur de la Policía de Mendoza, quien ocasionalmente se encontraba en el destacamento de Valle Grande inaugurando la Policía Turística.

"Esto es la solidaridad de la gente, si no hubiésemos hecho un pasamanos no se podía apagar. Hay gente de distintas nacionales y entre todos los sofocamos. Pero también nos obliga a dictar cursos necesarios para prevención, porque esto se podría haber prevenido", resaltó Fuentes.

"Los bomberos están trabajando en otro incendio en San Rafael, pero esto finalmente se pudo controlar y milagrosamente no hubo heridos", agregó el titular de la distrital mientras entregaba baldes con agua en el pasamanos.

Más allá de esta predisposición, lo cierto es que las instituciones de seguridad deben hacer algo más en Valle Grande. Las ambulancias se demoraron casi dos horas en llegar, algo que los mismos turistas señalaban como una "vergüenza".

"Lo que hicimos fue dar una mano, salvar esta casa que se estaba por incendiar. Ante la ausencia de bomberos, no quedaba otra", dijo un porteño que pese a sus casi 60 años de edad, pala en mano se encargaba de juntar tierra para echarle a lo que quedaba del fuego.

Lo extraño es que ni siquiera había un camión cisterna de los muchos que tiene la Municipalidad de San Rafael, lo que resulta un grave descuido de las autoridades locales en un espacio público que el municipio concesiona pero no cuida como corresponde.

Un sanjuanino, en tanto, contaba que “cuando uno empezó a gritar hagamos cadenas, pasémonos el agua, recién ahí se hizo fácil. Yo vi cuando el fuego se prendió fuerte y tiré la carpa más cercana, pero ya era tarde; ahí empezó a consumirse todo el toldo y alcanzó las proporciones que vos viste”.

No fue una tragedia en lo humano porque ningún turista escatimó esfuerzos, pero las llamas se podían ver a varias cuadras. “Nosotras estábamos como a cinco cuadras de acá y cuando vimos lo que pasaba, vinimos a dar un mano”, relataba una adolescente toda embarrada por tener que meterse con los baldes a la vera del río para colaborar.

Quedó muy claro, con lo sucedido este jueves, que en San Rafael, los campings del Valle Grande están en una situación de fragilidad ante incendios como este, de la que los funcionarios parecen no percatarse.

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