Los príncipes de Holanda cedieron hoy a la constructora Manchangulo SA para vender por una "cantidad simbólica" su casa de vacaciones en el país africano.
El diario "De Telegraaf" explica hoy que la promotora intentará vender a su vez la lujosa mansión de los Orange, y de conseguirlo los príncipes recibirían una parte del beneficio, que según el rotativo "probablemente será inferior a la cantidad que se pagó" inicialmente.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, ya ha informado de la transacción al Parlamento, al que ha comunicado que a los príncipes les ha sido imposible vender directamente su vivienda "a causa de las condiciones del mercado".
En 2009, ante las críticas sociales contra la pareja por construir una lujosa villa en un período de crisis económica y ajustes presupuestarios públicos, Guillermo y Máxima comunicaron que la pondrían en venta.
Los príncipes herederos se embarcaron en ese proyecto en 2007 con el fin de tener un lugar propio y tranquilo donde pasar sus vacaciones.
A la vez, aseguraban que con la inversión ayudarían a la población local. En un documental emitido el pasado mes de mayo, Máxima decía que la villa en Mozambique era "un gran sueño (...) cargado de buenas intenciones" para ella y su marido, pero reconocía que una casa no podía estar "por encima" de su trabajo.