El Departamento General de Irrigación (DGI) informó este jueves que Mendoza seguirá en emergencia hídrica por sexto año consecutivo. Según el pronóstico de escurrimientos de agua de los ríos, los caudales serán inferiores al promedio histórico de la provincia.
El pronóstico de escurrimientos de agua superficial, elaborado por los técnicos del DGI, prevé que los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel tendrán un año hidrológico considerado medianamente pobre, en tanto los ríos Malargüe y Grande será entre seco y pobre, respectivamente.
Las importantes nevadas que se produjeron durante el otoño e invierno en la Cordillera de Los Andes no cambiaron el escenario para el nuevo ciclo hidrológico que comienza este mes y se prolonga hasta septiembre de 2017. El estudio de Irrigación señala que si bien el periodo que comienza se presenta, en comparación con el anterior, con una mayor cantidad de nevadas en las nacientes de los ríos correspondientes a las regiones norte y centro (Mendoza y Valle de Uco) y con disminuciones en la región Sur (Malargüe, Diamante y Atuel), "se prevé que no alcanzará o superara valores medios en los escurrimientos de los mismos, condicionado también al comportamiento térmico de la Cordillera de Los Andes".
Los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante, Malargüe y Grande entrarán en el sexto año de emergencia hídrica, en tanto para el río Atuel será el séptimo.
El superintendente del Departamento General de Irrigación, José Luis Álvarez, explicó las conclusiones del estudio.
Durante la presentación del informe, el superintendente del Departamento General de Irrigación, José Luis Álvarez, aseguró que "debemos seguir considerando que Mendoza continúa en emergencia hídrica debido a que hay que garantizar agua no sólo para este próximo verano sino también para la primavera 2017. Es necesario que intensifiquemos medidas como continuar con la colocación de puntos de medición en los cauces de toda la provincia al igual que pluviómetros".
En el siguiente cuadro se detalla los derrames esperados para el ciclo 2016/17 y su clasificación de acuerdo al escurrimiento. Además se pueden observar las comparaciones con las medias anuales.
En el cuadro se detalla los derrames esperados para el ciclo 2016/17 y su clasificación. Además se pueden observar las comparaciones con las medias anuales.
Ante los resultados obtenidos, Álvarez consideró que en base a la emergencia hídrica "tenemos que asumir que vivimos en un desierto y que la escasez es habitual", y que para lograr una mejor distribución "se debe seguir trabajando en forma cada vez más eficiente con el agua, sumando tecnología en la medición, como lo estamos haciendo con los regantes a través del sistema MIDO (Modelo de Modelo de Indicadores de Distribución Operativa); y esto significa "contar con información en tiempo real para la toma de decisiones eficientes en la distribución del recurso".
Además, informó que seguirán sumando tecnología como sensores de humedad de suelo, de calidad y pluviómetros.
Desde el DGI destacaron que la importancia de este pronóstico está directamente relacionada con el cronograma anual de erogaciones que se realiza para el sistema hídrico de Mendoza y con el manejo de los embalses para la provisión de agua para riego, energía y consumo, entre otros usos.
Este es el informe del pronóstico de escurrimientos para el periodo 2016-2017:
Pronóstico escurrimiento de ríos del DGI 2016-17 by Sitio Andino on Scribd