Por la diferencia de jerarquía entre un equipo y otro, se podía suponerse que a Inglaterra no le iba a costar demasiado conseguir los tres puntos en su visita a Eslovenia. Pero en la cancha es donde se ve la verdad y el conjunto británico tuvo un mal partido e igualó 0-0.. Igualmente, las alarmas aún no se encienden ya que Inglaterra -con Gareth Southgate como técnico interino hasta que llegue el reemplazante de Sam Allardyce- sigue como líder del Grupo F con siete puntos, dos más que Eslovenia.
El dueño de casa arrancó con ganas de revolucionar el partido, tomó a Inglaterra por asalto y hasta avisó con un tiro en el palo a los 10 minutos. Sin embargo, el transcurso del primer tiempo devolvió el juego a su curso previsible. Inglaterra fue dueño absoluto e indiscutible de la pelota, pero careció de ideas para quebrar el plegamiento defensivo de su oponente que, a la hora de recuperar la pelota, intentó contraatacar sin éxito.
En el arranque del segundo tiempo, Eslovenia volvió a avisar y por duplicado, aunque en ambas Joe Hart se vistió de héroe (la segunda la sacó a puro reflejo al borde de la línea y hasta rebotó en el travesaño). De ahí en más, el juego fue un calco a lo ocurrido en la primera etapa con un dominio estéril de Inglatrra ante una Eslovenia que no se desvió de su plan y cosechó un punto que puede valer en el futuro.
La más clara para Inglaterra la tuvo Rooney -quien arrancó como suplente e ingresó faltando quince-, aunque no pudo acertar al arco apenas por centímetros. Por eso el 0-0 no se movió. Un punto para cada uno y a otra cosa. Aunque claro, para Eslovenia tiene un sabor mucho más dulce que para Inglaterra.