El ministro de Justicia, Germán Garavano, defendió hoy la actual política de seguridad, al compararla con la "mirada ideologizada de privilegiar muchas veces al victimario" que hubo durante el kirchnerismo, pero admitió que para solucionar el problema del delito "no se puede hacer magia, como decía una ex presidenta", en alusión a Cristina Fernández.
Garavano ratificó el apoyo del Gobierno a la marcha contra la inseguridad y la impunidad que para esta tarde convocaron víctimas y familiares de hechos de violencia frente al Congreso, y volvió a reconocer que en el país existe una "puerta giratoria" para los delincuentes, circunstancia que, dijo, se está tratando de revertir.
"Lamentablemente, en los últimos años hemos tenido una ausencia de lo que se denomina política criminal y eso ha llevado a una situación de deterioro tanto a nivel de programas sociales, que es una parte muy importante que tiene que ver con la inseguridad, como a la posibilidad de respetar, jerarquizar y capacitar para lograr que las fuerzas de seguridad den una respuesta adecuada" a este flagelo, afirmó.
En declaraciones a radio Nacional, el funcionario interpretó la movilización de esta tarde como un llamado de atención para que "toda la sociedad tome conciencia de esta problemática" vinculada con la inseguridad y la necesidad de una mejor justicia.
Garavano sostuvo que en torno a este tema se deben comprometer "todos los actores porque esto tampoco lo soluciona solo el Gobierno, sino que deben intervenir también los jueces, los diputados, senadores, toda la comunidad".
El funcionario apuntó al kirchnerismo al enfatizar que durante esos años "en la Justicia tuvimos una mirada si se quiere ideologizada que lo que hacía era privilegiar muchas veces al victimario y dejar de lado a la víctima, más un Servicio Penitenciario en estado de abandono". "El Gobierno hoy se ha planteado un programa muy ambicioso para tratar de cambiar esta situación (pero) esto no se puede cambiar de un día para el otro", aceptó y puntualizó que "son políticas que a mediano plazo van dando resultado, sin perjuicio de las medidas de coyuntura y las que se tomen en la emergencia". Al señalársele la preocupación del ciudadano por lo que considera un estado de indefensión frente al delito, Garavano sostuvo que "mientras" el Gobierno avanza en cuestiones de fondo, "se están remitiendo federales a la provincia de Buenos Aires y se van tomando un montón de medidas de coyuntura".
"En esto tampoco se puede hacer magia, como decía una ex presidenta", lanzó, en referencia a una de las frases a las que acudía Cristina Kirchner para reivindicar sus políticas: "No fue magia", solía enfatizar.
Garavano añadió que "lo que es importante es que estemos por primera vez tratando de trabajar seriamente en resolver este problema; esto es lo que puede hacer la diferencia". Al insistir en advertir que en los últimos años hubo una suerte de "flexibilidad" judicial a favor del delincuente, el ministro razonó que "la sociedad y, este caso los jueces, no son inmunes a la mirada de las autoridades y a los climas políticos".
"Tuvimos muchos años donde esto era la norma, el perfil de los jueces que se designaban en la Corte, muchas cosas que indicaban que esto estaba bien", señaló.
Acotó que "también tiene que ver con la incapacidad de un juzgado o la fiscalía de atender a un montón de personas detenidas porque no se le dieron recursos a esas dependencias, entonces, la combinación de estas dos situaciones fue generando efectivamente que lo que en muchos casos se ha denominado la puerta giratoria".
"Lo que se está intentando es de corregir eso: en noviembre empezará a regir la Ley de Flagrancia a nivel federal y también es importante, por otro lado, hacer un trabajo social que ataque lo que es la desigualdad, sobre todo para los jóvenes que tengan posibilidad de trabajo, de escolaridad y se inserten en nuestra sociedad", concluyó.