Enner Valencia llegó a Ecuador para jugar ante Chile por las Eliminatorias Sudamericanas en un viaje que no fue para nada tranquilo. El jugador, que fue denunciado por la madre de su hija a la cual le debe (según definió la Justicia de este país) 17 mil dólares de cuota alimentaria, iba a ser detenido por esta situación.
Primero, la policía lo fue a buscar a la concentración, pero la Federación Ecuatoriana de Fútbol intercedió y Valencia no fue detenido. Sin embargo, al llegar al estadio para jugar el encuentro, la fuerza de seguridad lo siguió de cerca para detenerlo tras la finalización del mismo.
Con la victoria asegurada y el marcador 3-0 a favor, Valencia fue retirado del campo de juego con oxígeno sin haber sufrido ningún golpe. Al ver esto, la policía empezó a perseguir al carrito. El jugador fue luego subido a una ambulancia y trasladado a un hospital.
Sin embargo, su estrategia no era necesaria ya que, mientras se jugaba el partido, la jueza que lleva su causa, Martha Guerrero, decidió levantar el pedido de detención y darle 72 horas a las partes para que lleguen a un acuerdo.