El miedo de Ayelén: la abominable frase que la llevó a denunciar a su padre y terminó con su vida
La chica sorprendió a su padre, quien luego la mató, en una actitud repulsiva con su hija de un año. El hombre le dijo unas palabras y ella lo acusó en la Justicia.
El crimen de Ayelén Arroyo (19), ocurrido el miércoles 28 de setiembre, conmocionó a la provincia debido a sus características y porque la chica había pedido ayuda a la Justicia luego de denunciar a su padre, Roque Humberto Arroyo (55), quien terminó matándola con un cuchillo en su casa de Ugarteche, Luján. Ayelén, quien tenía una hija de un año, lo había denunciado por abusar de ella cuando tenía 15 años y por vejar a una hermana, quien, tras el femicidio, también lo acusó por la violación que sufrió.
Sitio Andino pudo conocer, hoy, qué fue lo que aterrorizó a Ayelén los últimos días de su vida que hizo que se animara a denunciar a su padre y, finalmente, esa denuncia terminó con su vida.
A la víctima le preocupaba que su beba sufriera los mismos maltratos que sufrió ella y terminó de convencerse cuando encontró a su padre mientras intentaba vejar a la pequeña. Una frase que le dijo "Don Roque" -como lo llaman los vecinos- la aterrorizó y, tiempo después, lo denunció, motivo por el cual dos semanas después la ultimó.
Ayelén, en el momento que realizó la denuncia aquel 14 de setiembre, declaró en la Oficina Fiscal N°11 que su padre había vejado de ella cuando tenía 15 años. En aquel momento, explicó, el hombre empezó a tocarla mientras estaba acostado a su lado.
En esa misma presentación, comentó que su hermana, quien en la actualidad vive en Salta, también había sido violada y, producto de ese ataque sexual, tuvo un hijo que hoy en día tiene 6 años, tal como publicó este diario el día del asesinato. Luego del hecho de sangre, esa hermana se presentó ante la fiscal Claudia Ríos y ratificó esos dichos. Por esa razón, este jueves la magistrada ordenó que se realice un cotejo de ADN con el nene y el hombre que está detenido e imputado por homicidio agravado por el vínculo y por femicidio para confirmar estos dichos.
Pero más allá de que a Ayelén le preocupaba su bienestar y el de su hermano de 10 años, con quien vivía en el barrio Las Rosas, más la atormentaba lo que podía sufrir su pequeña hija de un año.
Fue por eso que no dudó en denunciar a su padre cuando lo encontró en una habitación intentando besar las partes íntimas de la chiquita. Pero más aún la motivó la desagradable frase que le dijo mientras la miraba. "Esto está para estrenarlo", le comentó en referencia a los genitales de la pequeña.
Fue por ese motivo que la chica se presentó ante la Justicia y explicó en qué contexto vivía y los padecimientos que le hizo pasar su padre. Sin embargo, este relato sólo hizo que Roque Arroyo recibiera un papel con la orden de la prohibición de acercamiento la cual no cumplió y, aquel miércoles por la mañana, pasadas las 6, entró a la casa, golpeó a su hija y la apuñaló frente al chico de 10 años y la beba. El cuerpo de la joven quedó tirada adentro del baño.
En su momento, Fabricio Sidoti, el fiscal que recibió esa presentación, no actuó de la manera correcta -así lo entendió el Gobierno- y por esa razón presentaron un Jury en su contra para destituirlo de su cargo.
Ayelén hoy está muerta y ya no podrá disfrutar de ver crecer a su pequeña. Es de esperar que su muerte no haya sido en vano y que la Justicia, esta vez sí, se encargue de encerrar definitivamente a Arroyo y ya no pueda hacer más daño.