El ministro de Seguridad, Giani Vennier, se presentó en la Cámara de Diputados para presentar y explicar el proyecto de ley sobre la puesta en funcionamiento del banco de ADN donde la principal función es tener registradas y digitalizadas las muestras genéticas de policías, penitenciarios, funcionarios judiciales, personas detenidas y guardias de seguridad. Esto, argumentaron, es para tener una mayor celeridad y precisión a la hora de comparar la evidencia recolectada de las escenas de diferentes delitos y así, en caso de culpar a una persona, no existan dudas a la hora de una futura sentencia.
En la exposición, donde estuvieron los diputados, estuvo presente Miguel Marino, el doctor encargado del laboratorio de genética forense y repasó, a grandes rasgos, cómo en otros países ya está en funcionamiento este almacenamiento de datos y su importancia en el esclarecimiento de los casos.
El banco de ADN, que pretende tener incluido a los miembros de la fuerza de seguridad, se realizará con una muestra de la saliva de los agentes que quedará guardado e identificado con un número específico, algo así como un código de barra.
Y detalló que el software que se utilizará para la base de datos no tiene "limitantes" en cuanto a la cantidad de información que se puede incorporar. "Se pueden almacenar entre 17 o 18 millones de muestras. Funciona con un código alfanumérico por lo que no ocupa gran cantidad de almacenamiento".
En este punto se trazó un paralelismo respecto al Afis, el Sistema Automático de Huellas Dactilares que utiliza actualmente la Policía Científica. La comparación surgió porque este último programa sólo puede registrar cerca de 80.000 huellas "latentes", es decir, las muestras que sólo se levantan de los escenarios donde se comete algún un ilícito.
Estos rastros dactilares de personas que hayan o no cometido un hecho delictual, quedan guardados y, cuando en un robo, homicidio u otro hecho, surge un levantamiento de una impresión dactilar, el sistema permite hacer una comparación inmediata para confirmar si un sospechoso estuvo en un ilícito.
José Vega, actual jefe de Investigaciones y ex director de Policía Científica, explicó la diferencia y detalló que "día a día se hace una búsqueda y comparación de las huellas y, si el resultado es negativo o no aparece uno compatible, queda almacenado en otro lugar para que el sistema no colapse".
Es por ese motivo que en la actualidad, el licenciado en Criminalística, explicó que se ha solicitado ampliar ese registro a 100.000 muestras. Y graficó que en el registro de Científica no sólo se almacenan la imagen de las huellas, sino otros datos de las personas por lo que eso hace que ocupe más memoria del software.
A su vez, Venier explicó que en un plan inicial para la composición del laboratorio se necesitarán alrededor de 20.000.000 de pesos y otros tantos millones de manera anual para su mantenimiento e incorporación de más equipamiento. "No es una suma significativa en cuanto a los resultados que se pueden obtener", justificó.
También, Marino, manifestó que en la actualidad cuenta con 4 médicos que realizan las tareas en el laboratorio y que, una vez que se apruebe el proyecto en Diputados, se necesitarán otros seis especialistas más. Y confirmó que por año se toman unas 2.000 a 2.500 muestras anualmente y que, con esta modificación, se podrán tomar unas 20.000 pruebas genéticas.
Hubo algunas críticas respecto a la violación de la privacidad de las personas por la información a la que podrá acceder el Estado pero esas dudas fueron evacuadas rápidamente por las autoridades.