Los vecinos se encontraban sorprendidos, preocupados y molestos luego del crimen durante un robo de Ariel Gilberto Valencia (40), el albañil que fue ultimado de un disparo el domingo por la noche cuando regresaba a su casa de Maipú. Los sabuesos trabajan sobre un nombre que la víctima gritó antes de ser asesinado. "!No Daniel¡", exclamó antes de recibir el tiro en el pecho que luego le ocasionó la muerte. Por esa razón, sospechan que el autor lo mató porque fue reconocido.
"Lo han matado porque los conoció", explicó este lunes a Sitio Andino un hermano de Valencia. Con esa pista es que los investigadores sabían que el albañil conoció a los asaltantes y que por esa razón le dispararon para dejar impune el robo del vehículo, la moto Appia de 110 cilindradas cúbicas negra. El hombre había cenado con su hermano y se había bañado antes de regresar a su casa en Gutiérrez.
El crimen sucedió pasadas las 23 en el Callejón Ruiz de Gutiérrez, Maipú.
El hecho sucedió en el Callejón Ruiz, cerca del barrio Las Bodegas (ahí viven los familiares del hombre muerto), está calificado como homicidio criminis causa -matar para ocultar otro hecho- y está a cargo de la fiscal Claudia Ríos, encargada de la recientemente creada Fiscalía de Homicidios.
Algunos testigos, quienes escucharon un disparo y vieron como los malvivientes escapaban en el rodado de la víctima, aportaron algunos datos más que importantes. Uno de ellos señala que Valencia, antes de ser asesinado de un escopetazo, gritó "¡No Daniel!. Esta frase confirmó que la víctima reconoció a uno de los autores y que por ese motivo lo ejecutaron a sangre fría.
"El lugar donde lo mataron es conocida como la zona del Daniel", indicaron en referencia a un individuo del barrio Reconquista -lindante al de Las Bodegas- que es conocido con ese nombre. Y expresaron: "El sábado pasado también robaron una moto en ese mismo lugar".
Ese asalto, ocurrido el sábado 10 de setiembre, los autores habrían actuado bajo la misma modalidad y por ese motivo tratan de establecer los puntos en común y si los individuos son los mismos. "Son los que siempre se juntan en la esquina y rompen las luces de la calle para estar a oscuras fumando marihuana y tomando alcohol", detallaron.
El hecho sucedió el domingo pasadas las 23 cuando un vecino llamó al 911 porque escuchó un disparo. Cuando los policías llegaron, encontraron a Ariel Valencia tirado en la calle y sin vida.
Con el correr de los minutos supieron que le habían robado la moto y que murió como consecuencia de un disparo que recibió en el pecho.
El hombre era albañali, hacía changas y le gustaba ir a la iglesia evangelista. Tenía seis hijos y vivía con uno de ellos en Gutiérrez. "Llegó a las 21 y comimos tallarines que sobraron del mediodía. Después se bañó y estuvimos hablando. Estaba contento porque estaba con trabajo y juntando plata para arreglar el auto y la moto", sostuvo Lucas Valencia, un hermano.
Y agregó: "Salió y lo llamó la hija pero le cortó porque estaba manejando la moto. Le iba a decir que se quedara a dormir acá (por la casa del barrio Las Bodegas) porque ya era muy tarde pero se fue igual. A los cinco minutos me avisaron lo que pasó".
Por el hecho aún no hay detenidos y tampoco encontraron la moto que pertenecía a Valencia.