La violencia volvió a decir presente en un estadio del fútbol argentino. En un encuentro del Ascenso, una batalla campal protagonizada por jugadores e hinchas terminó con policías a caballo ingresando al campo de juego intentando poner orden con golpes y disparos de bala de goma.
Los incidentes comenzaron luego de que el árbitro Gustavo Gómez no sancionara un penal reclamado por Pellegrini. Luego, Carlos Castilla marcó el segundo tanto de Camioneros en tiempo de descuento para el 2-0 final y la locura se hizo presente.
Mientras los jugadores locales le reclamaban al juez, sus hinchas ingresaron al campo de juego. De inmediato intervinieron efectivos de la policía montada que reprimieron con golpes y balas de goma.
"La caballería entró de una manera poco común, a los tiros. Parecía el lejano oeste", contó el presidente de Pellegrini, Juan Manuel Nazr, en diálogo con TYC Sports. El dirigente agregó que la policía disparó balas de goma "hacia el lugar donde se encontraban los familiares de los jugadores", por eso se interpusieron.