Independiente Rivadavia ganó un partido impresionante de visitante ante Ferro Carril Oeste. El Azul perdía pero nunca bajos los brazos y se trajo tres puntos de oro para Mendoza.
Independiente Rivadavia ganó un partido impresionante de visitante ante Ferro Carril Oeste. El Azul perdía pero nunca bajos los brazos y se trajo tres puntos de oro para Mendoza.
La Lepra había jugado un primer tiempo parejo, no había generado situaciones claras pero tampoco lo habían complicado de más. Cardozo apareció por momentos y se notaba que de mantener regularidad sería clave para los del Parque.
En el complemento el equipo de Astudillo se desconcentró en la primera pelota al aréa del complemento y tras tocar en Maidana la pelota se metió junto con las ganas de empujarla de Salmerón. No era justo, Ferro no había hecho merito, pero se llevaba la victoria.
Pero el dueño de casa, sacó el pie del acelerador, se refugió muy cerca de su arco y la Lepra fue a buscar el empate. Con Cardozo en funcionamiento constante el rendimiento del equipo mejoró y Terragona logró el empate a falta de 20 para el cierre del juego.
Lejos de reaccionar, el anfitrión quedó sentido, Independiente se envalentonó y otra vez la sociedad Cardozo-Terragona pusieron de lona al arquero local. A falta de 10' la Lepra anotó el segundo con una buena corrida por la izquierda y una definición justa de Terragona.
Los minutos finales fueron de Ferro, que ahora sí sacó a relucir su vergüenza futbolista e intentó atropellar a un rival que se defendió con astucia y valentía para cerrar una victoria muy necesaria.