Para poder explicar porqué el Sport Club Pacífico lidera con cuatro puntos de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores, lo más simple es decir que ganó casi todo lo que jugó. Pero hay una serie de elementos que se congeniaron para que la actualidad del Lobo alvearense tenga este sabor dulce: desde los aciertos en determinadas incorporaciones, el estilo de juego, el esquema y hasta cuestiones ajenas como los resultados de sus rivales.
A diferencia de otros mercados, la dirigencia se tomó su tiempo para ir cerrando las incorporaciones. Esta medida se llevó a cabo más que nada para no hacer gastos exuberantes de dinero, pero desde lo futbolístico sirvió y mucho. Contando desde un primer momento con la jerarquía y experiencia de Luciano Peinado, sólo se fueron a buscar nombres puntuales como Hernán Marcó, Claudio Ojeda (casi se cae y llegó a último momento) y Rodrigo Stipech, además de cerrar con jugadores alvearenses clave como Miguel Rosón, José Luis Zelaye (pedido por el entrenador Mosiuk apenas llegó) y Fernando Alfonso.
El resto de los integrantes del plantel, sacando a los jugadores del club, llegaron por proceso de prueba. Así fueron apareciendo piezas titulares como Tomás Urruty, Maximiliano Herrera (causó un gran impacto desde el primer día) y Federico Cataruozzolo, como así también puntales que son importantes en el recambio como Alexis Beltrán y Silvio Suzan. Después tuvo algo de suerte por ejemplo en las llegadas del arquero Germán Vouilloud y el defensor Lucas Alférez, dos jugadores que tranquilamente podrían haber recalado en otra categoría.
Si bien Néstor Mosiuk pregona el buen trato de pelota, claramente también apuesta por el equilibrio. El doble cinco de Guillermo Bodnarsky y Urruty quizá no luce pero aporta un orden importante para permitirle por ejemplo a Alférez y Peinado proyectarse en casi todos los tiros, como así también liberar a Ojeda y Stipech. Y desde luego, la carta más importante son los delanteros, hoy en un gran nivel: Rosón y Herrera. No sólo lo que hace Pacífico cuenta para entender este presente: los rivales han multiplicado los empates y desde lo numérico eso favoreció la actual diferencia.
Desde luego hay algo que debe incluirse entre las causas de lo bueno y merece un párrafo aparte: El orden institucional. Cuando las cosas se hacen bien desde arriba, es mucho más probable que lo deportivo reluzca. Pacífico no tiene deudas, cumple con los sueldos al día, tiene un presupuesto perfectamente balanceado, genera recursos genuinos con diversas actividades y hace un fuerte hincapié en el mantenimiento constante de su infraestructura, con la proyección de obras como principal bandera.