Hoy es 4 de setiembre, Día Mundial de la Salud Sexual. Fue declarado en el 2010 y, desde ese año los organismos internacionales han organizado o apoyado actividades en relación a consignas o ideas fuerza para desarrollar en ese día. En 2010 el lema fue: "Hablemos de eso", en tanto que para este año la consigna es "Rompamos los mitos".
Cómo miembro perteneciente al Comité Científico y Comité Asesor de FESEA (Federación Sexológica Argentina) quiero hacer mi aporte al rol que nos cabe a los que, por nuestra especialidad, se nos ofrece la hermosa oportunidad de tener acceso a los medios masivos de comunicación.
Es indudable que los medios han colaborado en gran medida en desterrar mitos y aclarar información, acercando el lenguaje profesional, no siempre accesible al público, a los diferentes lectores, oyentes y televidentes.
Pero también, debido a que la temática sexual resulta atractiva para una gran cantidad de personas, se multiplican pareceres, noticias falsamente científicas, conceptos basados en intereses comerciales que sólo buscan aumentar la facturación de quien los emite, sin importar cuanta verdad o generalización puede hacerse de los mismos.
En ese sentido, es deber de los que lidiamos a diario con los conflictos sexuales y comunicacionales de pareja; los que vemos cómo un diagnóstico no claro o una información o percepción errónea puede dañar; tenemos la responsabilidad de orientar sobre algunos aspectos que se oscurecen en lugar de aclararse.
Ahora bien, Alessandra Rampolla ha colaborado desde su accionar (no clínico) en mejorar la información parcial de muchas zonas oscuras respecto al placer y el erotismo.
Su simpatía y manejo del escenario ha captado numerosos adeptos que la siguen. En ese sentido no cuestiono su forma de trabajar, como tampoco lo he hecho con otros profesionales. Pero me sorprendió una frase de Alessandra en la entrevista que brindó a SITIO ANDINO, esta semana, y que, por la fuerza de la expresión, es el concepto que da título a la nota.
Soy médico especialista en Sexología Clínica, desde hace de más de 20 años. El título de la nota hace referencia a 8 renglones en los que Rampolla contesta la pregunta: ¿Lo físico puede influir en la confianza a la hora de mantener o no sexo con alguien?
Ella aprovecha la pregunta la pregunta para decir: "Es que no pasa por lo estético. Con todo el amor que le tengo a la Argentina es una de las críticas que siempre he hecho. Aquí se celebra lo flaco, no lo bello ¿Quién dijo que lo flaco es bello necesariamente? Aquí celebran ser flacos. En otros países la belleza de una mujer no se mide por cuán flaca es, se mide por lo coqueta, por sus uñas con manicura, por el lápiz labial que te pusiste muy coqueto y porque eres linda desde un lugar estético que no tiene que ver con ser flaca. Puedes ser redondita y ser muy linda y ser considerada bella en otros países. Acá van al gimnasio para ser flacas y a veces ni siquiera se maquillan, no se producen, nada. Eso en otros países sería visto como una mujer no tan cuidada. Entonces el estándar es distinto. Acá se celebra y se sobrevalora -me parece- el ser flaco".
Pues bien: de toda la nota coincido con varios conceptos, parcialmente en su mayoría y discrepo con otros, pero me parece muy aventurado hablar del estándar de la mujer argentina. ¿Bajo que estadísticas lo menciona?
Es una apreciación sin duda... ¿Qué le lleva a decir que aquí las mujeres no se producen? ¿Quién le ha dicho que en nuestro país se sobrevalora el ser flaco por sobre la belleza en forma general?
El sobrepeso y la obesidad son enfermedades.
Eso no implican que las personas que las padezcan (cada vez más!!! Ver ejemplo de Chile y su programa pionero en Obesidad y el grado de descontrol de la epidemia de obesidad en Estados Unidos) no tengan derecho a gozar de la sexualidad y el placer.
Hay derechos sexuales que la WAS (Asociación Mundial de Salud Sexual) redactó y difundió desde hace más de 2 años. Y el derecho al placer es para cualquier persona, independientemente de su figura o peso.
A mi juicio, y aquí concluyo la nota, la respuesta orientadora sobre si lo físico influye en la confianza a la hora de tener relaciones sexuales es que en general sí. Y en muchos casos es generadora de disfunciones y alteraciones en la esfera psicológica. Muchos trastornos del deseo, lubricación, erección y orgasmo tienen que ver con como la persona SE VE y SE SIENTE.
Es nuestro deber aclarar eso, no para generar polémica sino para que la información sea veraz, clarificadora y no generadora de confusión.
Finalmente menciono que estoy de acuerdo en que los "mimos personales" (producirse, cuidarse, etc.) pueden ayudar a despertar algún grado de satisfacción en el proceso terapéutico, pero dados como si fueran "recetas de cocina" tienen el mismo efecto que un caramelo para combatir la hipoglucemia: efecto leve y poco extenso.
No más caramelos... Procesos terapéuticos, de enseñanza-aprendizaje y de mejoramiento de la estima son el camino.
Personalmente, no se me ocurriría ir a Puerto Rico a hablar de mis percepciones sobre las mujeres de ese país. Creo que la pregunta de la periodista de SITIO ANDINO hizo mella en Alessandra Rampolla y que, respondiendo desde lo personal, ella ahondó en el tema generalizando y hablando de "todas" las argentinas.
Quienes hacemos clínica y vemos el dolor de las personas, día a día, en el consultorio queremos mejorar algunos conceptos que, quizás por razones de tiempo Rampolla no pudo hacer. Empecemos por este 4 de setiembre "Rompiendo mitos". Informemos y separemos opinión personal de conceptos probados...
Dr. Miguel Palmieri
Director Instituto de Sexualidad y Pareja.