Hace ya tres eliminatorias que Venezuela no es el equipo débil frente al que todos estaban obligados a ganar. Esos tiempos han pasado ya, y queda lejos en la memoria de los aficionados latinoamericanos la imagen de esa selección débil, desorganizada y casi amateur, que se apoyaba básicamente en un joven Arango y poco más. Esta Venezuela, hija de los Pastoriza, Páez y Farías, es un equipo formado y sólido.
Ya con la clasificación al Mundial sub-20 de Egipto , y con una participación más que decente, la vinotintoanunciaba que el trabajo en divisiones inferiores había sido óptimo y que el futuro pintaba más que bien. Un tal Salomón Rondón era la figura de esa selección que fue eliminada en los últimos minutos por Emiratos Árabes en octavos.
Hoy Venezuela cosecha los frutos de ese trabajo serio: tiene varios jugadores en Europa y en ligas importantes de América, muchos de ellos jóvenes aunque ya experimentados. Pero el mérito no es sólo el de la formación de jóvenes futbolistas, sino también el de haber podido consolidar un plantel mayor convencido y ordenado, disciplinado pero creativo, con carácter de sobra.
La vinotinto tiene que liberarse de sus fantasmas. Tiene que dejar de mirar a Brasil como el gigante que siempre los golea, y empezar a enfrentarlo como lo hizo ante Argentina, cuando se impuso a los de Sabella por primera vez en la historia con un gol de Fernando Amorebieta en Puerto La Cruz . Pareciera ser que esos fantasmas están poco a poco evaporándose, y que el equipo que dirige el serio Noel Sanvicente está para asustar a cualquiera.
Echarán sin duda de menos a Juan Arango, el futbolista más importante de la historia de su país, que se ha retirado de la selección el mes pasado . Será la primera vez en las últimas cuatro eliminatorias mundialistas que el exquisito zurdo no forma parte del equipo.
Pero hay sangre nueva, talento por explotar y experiencia ya ganada en los estadios importantes del mundo. En la Copa América de Chile el rendimiento no fue bueno, pero eso no ha mermado la confianza de los venezolanos. Quizás la deuda pendiente es la defensa, con un Vizcarrondo que no da demasiada seguridad y un Cichero que en la banda izquierda está lejos de ser una garantía, aunque por derecha sí que lo es el buen jugador del Málaga Roberto Rosales.
El medio, sin embargo, es bastante sólido, con un Tomás Rincón que ha absorbido lo mejor de la Serie A y unLuis Seijas que da salida limpia al equipo. Arriba, es fijo Salomón Rondón , potente goleador que milita en el West Bromwich de la Premier League inglesa. Le acompañará muy probablemente el rápido y hábil Josef Martínez, delantero del Torino italiano.