Una pareja de Santa Fe logró inscribir a su hijo con el nombre de Lucifer en el marco de las nuevas facultades que otorga a las parejas el nueve Código Civil y Comercial, que permite el uso de nombres no tradicionales que no sean considerados extravagantes.
La petición de los padres del niño generó dudas entre el personal del Registro Civil de Santa Fe, por lo que se acudió a la coordinación del área antes de autorizar que sea llamado Lucifer.
"El artículo que dice que no se pueden poner nombres extravagantes se mantiene, el tema es qué es considerado extravagante", dijo Gonzalo Carrillo, director del Registro Civil de Santa Fe.
El funcionario precisó que son los oficiales públicos los que establecen el límite de extravagancia y deciden si se puede o no anotar al niño con el nombre elegido por sus padres.
"Si hay alguna duda se consulta con la Dirección y se da una resolución", agregó.
La pretensión de los padres de llamar a su bebé con el nombre que se cree simboliza al demonio causó sorpresa en los responsables de la oficina de inscripción de recién nacidos, pero tras las consultas autorizaron que el niño sea inscripto con el nombre de Lucifer.
Para la tradición cristiana, Lucifer es el nombre del diablo y representa al ángel caído que la soberbia lo condujo al infierno y se transformó en Satanás, pero en latín el nombre significa "portador de luz".
El nuevo Código Civil y Comercial determina en el artículo 63 las reglas para la elección del prenombre, entre ellos derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas.
Desde que entró en vigencia el 1 de agosto el nuevo marco normativo, en Santa Fe se aceptó a inscripción de niños con nombres poco comunes como Panambí, palabra guaraní que significa "mariposa" o Tabita, un nombre de origen arameo que significa "gacela".
En estos meses, sólo se rechazó un caso en la ciudad santafesina de Villa Constitución, donde los funcionarios del Registro Civil rechazaron la pretensión de una pareja de llamar Yerbabrava a su hija, por considerar que el nombre era peyorativo.
En la ciudad cordobesa de San Francisco, una pareja quiso meses atrás inscribir a su hijo con el nombre Lucifer, pero el Registro Civil se negó a autorizarlo con el argumento de que no estaba en la lista de nombres permitidos.
La directora del Registro Civil localidad, Vilma de Cattani, explicó entonces que como opción ofreció a la pareja la nómina de nombres autorizados que, aseguró, es "amplia y variada". El padre intentó explicarle a las autoridades que el nombre Lucifer no tiene connotaciones con quien es considerado el diablo, pero los argumentos no convencieron a los funcionarios del Registro que se negaron a inscribirlo con ese nombre.