El tirón había sido largo. Llevaban más de 11 horas de viaje. Raúl Benatti presintió que su amiga Juana Amelia Rosetani, que guiaba el segundo auto, podía estar cansada. "Querés que cambiemos de piloto", le preguntó. Ella respondió "no, estoy bien, recién lo agarro". Pasó un rato y el propio Benatti vio desde el espejo retrovisor del coche que manejaba cómo el Ford Ka de su amiga y el esposo daba vueltas por sobre la ruta 20. El vuelco de ayer al mediodía en la zona de El Encón fue fatal para esos turistas rionegrinos porque la conductora murió y su marido sufrió heridas al quedar aprisionado por el vehículo.