El monto dependerá de la cifra que alcance el déficit español a final del año. El sucesor de Zapatero aún no habló sobre sus pasos a seguir una vez al frente del país.
El silencio del electo presidente español, Mariano Rajoy, respecto a sus planes para combatir la crisis económica que golpea al país ibérico desató preocupación en la población y varios rumores al respecto.
De acuerdo a lo informado por el diario español El País, varias personas de confianza del líder del Partido Popular insinuaron que a final de año el déficit será realmente muy superior al 6%, el objetivo prometido a la Unión Europea para 2011.
Sin embargo, la cifra no se conocerá antes de finales de enero, momento clave de las medidas del gobierno sucesor al de José Luis Rodríguez Zapatero. Si Rajoy cierra con un porcentaje elevado, podrá utilizar como justificativo la herencia recibida. Pero no será simple, porque cuanto más déficit reconozca, más tendrá que reducir para llegar al 4,4% al término del 2012, como había arreglado con la UE.
Cada punto de déficit supone un recorte adicional aproximado de 10.000 millones de euros, que traería como correlato graves conflictos y riesgo de recesión, según informa el diario español.
Rajoy anunció a lo largo de toda su compaña que no tenía intenciones de subir los impuestos, pero así podrían agravarse los problemas.
El 22 de diciembre será el día en que el líder del PP tome posesión como presidente del Gobierno y, al día siguiente, se celebraría la primera reunión del Consejo de Ministros.
Según las previsiones del PP, una vez que el 13 de diciembre se constituyan el Congreso y el Senado resultantes de los comicios, los días 20 y 21 de diciembre se celebrará en la Cámara baja del Parlamento español la sesión de investidura de Rajoy.