Este año se desarrolla bajo el lema Amamantar y trabajar: ¡logremos que sea posible!.
GENTILEZA
Con charlas dirigidas a madres de bebés recién nacidos, el servicio de maternidad del Hospital Malargüe dio inicio a la Semana de la Lactancia Materna. Los consejos están orientados a la importancia de la leche materna como el primer alimento y vacuna de sus niños.
Como todos los años, en los sistemas de salud de todo el mundo, desde el 1 de agosto comienza la Semana Internacional de la Lactancia Materna, que tiene como objetivo informar y ayudar a las mujeres a amamantar a sus bebés, en los primeros seis meses del niño por lo menos. El Hospital Malargüe también se suma a esta iniciativa de la UNICEF.
En 2015 el lema de la Semana de la Lactancia es: Amamantar y trabajar: ¡logremos que sea posible!, con la intención de que los compromisos laborales de las madres no sean impedimento para que los bebés sigan recibiendo la leche materna sin contratiempos.
La leche materna ayuda a prevenir enfermedades en los lactantes, y están mejor nutridos que los que reciben otros alimentos con mamadera.
Casi todas las madres pueden amamantar. Aquellas que no confían en su propia capacidad para amamantar a sus hijos necesitan recibir el aliento y el apoyo práctico del padre de la criatura y sus familiares. Los agentes de salud, los grupos de mujeres, los medios de comunicación y las empresas pueden ofrecer también su apoyo.
La licenciada Amalia Sánchez comentó a SITIO ANDINO: Nuestro trabajo en el Hospital Malargüe es motivar a la mamá para que amamante a su bebé, porque es la primera vacuna que recibe el recién nacido, y debe ser en forma exclusiva en los primeros seis meses porque garantiza salud para el niño y su madre.
Recomendamos que durante este proceso el bebé reciba otros alimentos como té, u otra leche preparada o que no haya sido recetada por el pediatra, siempre que la mamá esté dándole la teta. Recién después de los seis meses se puede intercalar entre la leche materna y la comida el alimento del niño, aclaró Sánchez.