Industria

IMPSA se hace fuerte en la energía nuclear

Construye los cuatro generadores de vapor para la Central Embalse y avanza con el proyecto CAREM.

Por Federico Manrique

IMPSA mira hacia el futuro y apuesta por la energía nuclear. Está concluyendo con la construcción de los cuatro nuevos generadores de vapor que tendrá la refuncionalizada Central Nuclear Embalse, ubicada en la ciudad de Río Tercero, Córdoba; al tiempo que avanza con el proyecto de desarrollo de centrales nucleares de media y baja potencia con elementos modulares, cuyo diseño es único y de avanzada a nivel global.

La empresa mendocina avanza con la realización de un contrato de obra firmado en 2010 con la empresa mixta (capitales públicos y privados) Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA) para la refuncionalización y mejoramiento de la Central Nuclear Embalse que cumplió su vida útil de 30 años y está siendo reequipada para que pueda operar durante los próximos 25 años. El proyecto total demandará una inversión superior a los U$S1.200 millones, de los que IMPSA firmó un contrato por U$S151 millones, explicó Jerónimo Majorel, gerente comercial de IMPSA.

En Mendoza se están construyendo los cuatro generadores de vapor que permitirán producir electricidad con una potencia de 700MW. Se trata de cuatro cilindros metálicos de 60 toneladas de peso y de 14 metros de largo y 2,5 metros de diámetro, en cuyo interior se instalan 3.540 tubos en U de 16 milímetros cada uno que van de un lado al otro (Ver gráficos), explica Leonardo Catinelli, responsable de calidad nuclear de IMPSA (Ver gráfico generador).

Estos cilindros de gran porte se conectan al reactor nuclear de la central. De allí reciben el “agua pesada” a unos 300 grados centígrados que circula por los tubos haciendo que se caliente el “agua liviana”, que es la que se transforma en valor que luego se usa para hacer andar el generador que produce electricidad (ver proceso).

En todo el proceso de fabricación de los generadores de vapor de IMPSA trabajaron primero 100 personas en el armado de cada cilindro y ahora son 150 los que se encargan del entubado, cierre y puesta a punto de cada pieza. Todo esto siguiendo altísimos estándares de calidad nacional e internacional. De hecho IMPSA es la única empresa a nivel latinoamericano habilitada y con certificación “AsmeN” para la fabricación de estas piezas de gran porte para una central nuclear. Y en Mendoza, la industria tiene la planta de componentes a “sala limpia” más grande y moderna que existe en la región.

Los plazos del contrato establecen que los cuatro generadores de vapor deben estar terminados para diciembre de 2015. Ahí se inicia la etapa de traslado y montaje en la Central Nuclear Embalse que ha sido concesionada y está a cargo de otras empresas.

La Central Nuclear Embalse está en el proceso de extensión de su vida útil. Generaba 648 MW de potencia bruta, pero a partir de los nuevos generadores de vapor con mejor diseño, la potencia bruta subirá a 700 MW (+6%). Esta energía es suficiente para cubrir los requerimientos de electricidad de casi 4 millones de personas.

Apuesta a futuro

“Lo más importante para IMPSA fue volver al ámbito de la fabricación de componentes pesados para la energía nuclear. Llevábamos casi 25 años sin poder participar de la industria nuclear (lo último fue la fabricación de piezas para la Central Atucha a principios de los ’90) porque en todo este período se habían perdido las inversiones”, afirma Jerónimo Majorel.

La buena noticia en materia de energía nuclear es que además de la Central Embalse, IMPSA firmó un contrato para el desarrollo del prototipo de la central CAREM, que es una central argentina de elementos modulares. Es un reactor 100% de diseño argentino, que pertenece a la Comisión Nacional de Energía Atómica. A fines de 2013 IMPSA firmó un contrato para la provisión de un recipiente de presión, que en realidad termina funcionando como un reactor nuclear integrado, explica Majorel.

IMPSA es el único proveedor habilitado para fabricar estos recipientes más los dispositivos especiales y los internos de este reactor integrado. Argentina con CAREM se pone a la vanguardia a nivel mundial en lo que son las centrales atómicas de potencia baja o media. Y para IMPSA se abre con grandes expectativas un nuevo nicho de mercado con altísimo valor agregado.

Con CAREM, IMPSA tiene un contrato por U$S78 millones en marcha. Ese tipo de reactores tiene una gran proyección para el abastecimiento eléctrico de zonas alejadas de los grandes centros urbanos o polos fabriles con alto consumo de energía. Ofrecen también otras prestaciones, como desalinización o provisión de vapor para diversos usos industriales.

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