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Sarkozy es el principal ganador de las elecciones francesas

Consiguió frenar el avance de la ultraderecha del Frente Nacional.

El ganador de la primera ronda de las elecciones departamentales en Francia fue sin duda el ex presidente conservador Nicolas Sarkozy, que consiguió frenar el avance de la ultraderecha del Frente Nacional (FN) y dejó mal parado al gubernamental Partido Socialista del presidente François Hollande.

El FN de Marine Le Pen sacó un resultado peor al que auguraban las encuestas, pero aún así es la segunda fuerza de unas elecciones consideradas un indicador de lo que puede pasar en las presidenciales de 2017.

El próximo domingo es la segunda ronda y el primer ministro socialista, Manuel Valls, llamó hoy a impedir una victoria de la ultraderecha. También llamó a su propio partido a la unidad. "Tenemos que continuar con una política que da resultados", declaró en una entrevista con la radio RTL.

El partido de Valls acabó en tercer lugar en los comicios, con un 21 por ciento de los votos. El primer ministro argumentó en su defensa que los socialistas quedaron fuera de competencia en más de 500 de los 2.000 distritos electorales "porque no hubo unidad de la izquierda en la primera ronda".

Por el contrario, Sarkozy surge victorioso, ya que su Unión por un Movimiento Popular (UMP) sumó casi el 30 por ciento de los sufragios y tiene muchas opciones de ganar en la segunda ronda, mientras que la izquierda podría perder entre 20 y 30 departamentos.

"Cuando se hace campaña, funciona", dijo Sarkozy, que aseguró que es el principio del cambio para Francia. Allí donde no tenga opciones de imponerse, la UMP no apoyará ni al FN ni a los socialistas, anunció, una posición que para Valls es "un error moral y político".

En la misma noche del domingo, la líder del FN, Marine Le Pen, había exigido a Valls dimitir. Su partido sigue estableciéndose en el paisaje político francés con un 25 por ciento de los votos. En más de uno de cada dos distritos el candidato del FN disputará la segunda vuelta.

Los extremistas ya había cosechado casi un 25 por ciento de los votos en las elecciones europeas del año pasado, y en ese momento fueron la fuerza más votada, por lo que se temía que ahora ocurriera lo mismo.

Todo el espectro político de la izquierda en su conjunto no tuvo malos resultados, pero está muy dividido. Pese a ello, Valls se alegró de que "la ultraderecha no sea la primera formación política en Francia". Algunas encuestas habían previsto este escenario.

"Los franceses quieren un cambio claro, empezando en los departamentos", anunció Sarkozy. En su partido se indicó que es una derrota histórica para los socialistas y un revés "personal" de Valls, quien se involucró de manera intensa en la campaña.

Fuente: DPA

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