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Chacho de la Reta presentó su libro sobre Tico Russo

Se trata de la vida del mentor del Pentatlón Argentino y principal impulsor de la actividad turística en San Rafael.

En una cálida reunión que se realizó en un hotel céntrico, se presentó el libro que Juan Manuel “Chacho” de la Reta escribió sobre José “Tico” Russo, el mentor del Pentatlón y sin lugar a dudas, el principal impulsor de la actividad turística en San Rafael.

“Chacho” tituló a su libro como “Tico Russo, un personaje de San Rafael” y en él resume a modo de crónica sus vivencias junto al visionario joven que concibió uno de los evento más convocantes que ha tenido San Rafael en toda su historia.

En la reunión hubo muchas personas que sintieron que sus ojos se llenaban de lágrimas al escuchar la música que durante años sirvió de cortina para todos los programas en los que se hablaba de Pentatlón, al volver a reunirse después de muchos años y sentir que revivía la energía que emanaba de la mística que generó en toda la sociedad el Pentatlón.

Marcelo Darío fue uno de ellos. Con su agencia Publicine y junto a su socio Rolo Vizcaya y a un comprometido equipo de jóvenes profesionales entre los que se destacaban Jorge Chacón, Miguel Di Pietro y Alejandro García, plasmaron las imágenes que permitieron que todo un país conociera la belleza natural y los impresionantes paisajes que tiene nuestra tierra.

“Es muy emocionante volver a encontrarnos con mucha gente que trabajó en Pentatlón y que junto a nosotros puso un esfuerzo enorme para llevar adelante las ideas de Tico”, dijo Marcelo a SITIO ANDINO.

Refiriéndose a la actitud con la que Tico trabajaba, relató que “iba para delante de una manera impresionante, él mismo contrataba los espacios publicitarios y después teníamos nosotros que salir a venderlos. Ahora que veo el libro recuerdo que había premios de U$S 20.000 o U$S 30.000, cosas que hoy serían casi irrealizables. Tico dejó una escuela impresionante. Él mismo recorría incansablemente los circuitos y me llevaba con él para que le indicara dónde debían estar las cámaras y cuando elegía el lugar, detenía la camioneta y se bajaba para marcar él mismo el lugar donde tendrían que apostarse los camarógrafos”.

Lilana Barruti, quien fue la compañera de Tico y quien tomó la posta después de su muerte organizando varias ediciones más de la competencia, también mostró su satisfacción por el encuentro y por el homenaje que implica para la memoria de su esposo y padre de sus hijos, Paolo y Renata.

“Quiero que destacar que Tico dejó un legado que es de todos los sanrafaelinos. No es ni mío ni de nadie en particular, es de todos y por eso estoy muy feliz por este homenaje. Hicimos todo lo que pudimos y llegamos a realizar 6 ediciones después de su partida lo cual fue la mejor manera de rendirle nuestro homenaje”.

En el encuentro sobrevoló la idea de que hay una deuda que la sociedad sanrafaelina tiene con la memoria de Tico y al respecto, Liliana dijo que “no estoy muy segura de esa deuda de la que tanto se habla, porque me encuentro con mucha gente que tiene muy vivo su recuerdo y todavía llevan en sus corazones las marcas que Tico dejó en ellos. Por supuesto que hay otras personas que no hacen honor a lo que recibieron de él, pero bueno, así es la vida, sin embargo, prefiero alegrarme por los que están, antes que preocuparme por los que no están.

“El alma de Pentatlón está en el pueblo y en la gente y a veces pienso que reeditar la experiencia sería muy bueno, aunque no me tocara a mí llevarla a cabo. Hay mucha gente que se involucra con esto, los deportistas, la organización, incluso la misma gente de Publicine, que siempre aportó mucho. Sería hermoso poder reeditarlo”, expresó.

Finalmente, “Chacho” el anfitrión de la noche, expresó que “no me quiero atribuir méritos en esta reunión, porque el objetivo principal es recordarlo a Tico. El libro es una modesta crónica que escribí para tomar dimensión de la envergadura de su obra, porque hay mucha gente que no lo conoció y que sienten hablar hoy de Pentatlón y no pueden hacerse una idea de lo que esto significó, por eso lo plasmé en estas páginas para que tomaran referencias de esta obra”.

“Creo que el principal aporte que Tico dejó a San Rafael es el desarrollo del turismo que genera una serie de actividades productivas paralelas que van derramando riqueza sobre toda la comunidad”, dijo y agregó que “es obvio que hay una deuda con la memoria de Tico Russo y es muy difícil revertir eso. No digo que no sea posible, pero me parece muy injusto que no haya ni una calle que lleve su nombre o algún sitio específico que ayude a recordarlo. Lo veo difícil, pero todavía estamos a tiempo de honrarlo, porque su memoria seguirá viva por mucho tiempo en la sociedad sanrafaelina”.

Finalmente, en la presentación hubo también un mensaje que Pancho Ibáñez, otro de los que lleva en su corazón la impronta indeleble del joven visionario sanrafaelino, grabó para la ocasión.

En su mensaje, Pancho expresó que su gratitud para Tico y para toda la sociedad sanrafaelina destacando la magnitud de su obra y el testimonio que dejan las imágenes obtenidas en todas las ediciones, lo que muestra claramente que no ha habido desde entonces, nada que supere la gesta de Tico.

Un simple dato que aparece en la recopilación del libro muestra la importancia de la influencia de Pentatlón y el trabajo de Tico en la actividad turística de San Rafael.

El 11 de enero, cuando se largó la primera edición del Pentatlón Argentino, San Rafael tenía 2000 camas para recibir turistas. Hoy esa capacidad creció hasta las 15000 plazas formalmente registradas, a las que se suman otras más de 3000 que informalmente también prestan servicios de hospedaje y asistencia a turistas.

De cualquier manera, el desarrollo turístico de San Rafael hubiera sido inevitable. Es un tesoro demasiado evidente como para que pudiera mantenerse oculto, pero sin dudas que si no hubiera sido por el impulso de Tico Russo, esos números que hoy nutren las estadísticas de la actividad en San Rafael no serían tan gruesos. 

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