La tasa de aprobación del gobierno de la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, cayó a 13% cuando aún no se cumplen tres meses de su segundo mandato, tras su reelección en octubre pasado, y las causas del brusco descenso se vinculan en gran medida con el escándalo de corrupción que se desató en torno de la megaempresa estatal Petrobras.
El sondeo fue publicado hoy por la empresa Datafolha y dice que, así como la aprobación del gobierno cayó a niveles históricos para un inicio de mandato, la tasa de brasileños que considera "pésima" la gestión de la presidenta se elevó a 62%.
Según la encuesta, otro 24% de los entrevistados calificó como "regular" al gobierno de Brasil, que el pasado domingo fue blanco de masivas protestas callejeras.
El sondeo indica que la aprobación del gobierno cayó en todas las regiones del país y en todos los segmentos sociales y lo atribuyó a la suba de la inflación y a la indignación generada por los escándalos de corrupción en la estatal Petrobras, que fueron los detonantes de las protestas del pasado domingo.
Datafolha apunta que la actual tasa de aprobación sólo supera en cuatro puntos porcentuales al 9% que tenía el gobierno de Fernando Collor de Melo en septiembre de 1992, meses antes de que comenzara el proceso que llevó a su renuncia debido a escándalos de corrupción por los que enfrentaba un juicio político en el Congreso.
En los últimos días, los grupos que convocaron las protestas del domingo han exigido también que Rousseff sea sometida a un juicio con miras a su destitución por su supuesta responsabilidad en las corruptelas detectadas en Petrobras, por las que 50 políticos, en su mayoría de la base oficialista, están siendo investigados.
Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), que llegó al poder en 2003 con Luiz Inácio Lula da Silva, inició su nuevo mandato el 1 de enero después de ser reelegida el pasado octubre en segunda vuelta con 51,6 % de los votos frente al 48,3 % del senador opositor Aécio Neves.
Fuente: Télam