La edición 2015 del festival Lollapalooza no será recordada precisamente por haber sido la más convocante, porque en total, durante los dos días pasaron unas cien mil personas, cuando las ediciones anteriores tuvieron mucho más asistencia.
La edición 2015 del festival Lollapalooza no será recordada precisamente por haber sido la más convocante, porque en total, durante los dos días pasaron unas cien mil personas, cuando las ediciones anteriores tuvieron mucho más asistencia.
Pero lo que si tuvo esta vez, y de manera más marcada que en otras ocasiones, fue la diversidad musical, esa que pregona este encuentro.
Los nombres
Si bien es cierto que hubo nombres propios muy fuertes como Robert Plant, Jack White, Cypress Hill, Calvin Harris, The Smashing Pumpkins, Kasabian o Kings of Leon, también pasaron números excepcionales como St. Vincent, Rudimental, The Specials, Chet Fatker, o la local Ana Tijoux que dejaron la puerta abierta a otras expresiones musicales como para tener muy en cuenta.
The Specials (foto Carlos Müller).
Jack White (David Swanson).
Robert Plant (Lotus Producciones).
King of Leon (foto Carlos Müller).
Jack White (David Swanson).
Calvin Harris (Lotus Producciones).
Ana Tijoux.
Los consagrados no defraudaron. Jack White presentó un concierto que empezó rabioso, se calmó para hacer temas countrys, baladas e instrumentales y terminó casi como un Sinatra con una maravillosa banda a sus espaldas. En tanto Robert Plant encandiló con sus luz. Es que el hombre es uno de los que inventó esto del show business y se nota. Manda con su mirada, cautiva con sus gestos y su voz... su voz, está como el primer día. Sólo se apoyó en tres clásicos de Led Zeppelin como para dejar a todos contentos: Black Dog, Whole Lotta Love y Rock and roll. ¿Para qué más?
(Foto Carlos Müller).
Kasabian tuvo una excelente perfomance, bien rockera como The Kooks que dejó en claro que van por el buen camino, al igual que Molotov que arrasó.
The Kooks (foto Carlos Müller).
The Helmets (Lotus Producciones).
Y también hubo lugar para las propuestas más electrónicas y allí aparecieron Calvin Harris, Skrillex (denso y heavy), o Major Lazer. Y bandas que juegan con esos sonidos como Alt+J (que aburrió por momentos), Foster the people (muy seguidos) o casi todo lo que sucedió en el Movistar Arena, con Rudimental y Cypress Hill como abanderados.
Los chilenos tuvieron lo suyo con Astro, Quique Neira y La familia chilenita del funk, una agrupación que juntó a Los Tetas y Chancho en Piedra, dos legendarias bandas trasandinas, para hacer un concierto único.
Quique Neira (foto Carlos Müller).
Astro (foto Carlos Müller).
Así, con cinco escenarios y los horarios superoganizados y coordinados, se pudo disfrutar de un festival tan bueno como en las ediciones anteriores, por más que tuvo menos cantidad de público.
Los tips
La tendencia: cada vez más bandas usan máquinas en lugar de músicos. Muchas compus sonando por todos lados.
La emoción: escuchar en vivo a Robert Plant. En medio de tanto adelanto, apareció una leyenda que sigue marcando el camino.
La consagración: Jack White tiene un discazo como Lazaretto y no es por casualidad. Todo lo que está haciendo es muy bueno.
Lo que hay que escuchar: The Kooks, Kasabian, Rudimental, St. Vincent y Chet Faker.
La decepción: nunca se presentó la banda árabe Tinariwen. Luego de presentarse ayer en el Vive Latino en México, el vuelo que los traía a Chile fue cancelado y al no encontrar otra opción que los trajera, debieron bajar su participación para la segunda jornada de Lollapalooza Chile. Nos quedamos con las ganas.
La leyenda: The Smashing Pumpkins dio un concierto muy especial, lleno de hits y buenas canciones.
The Smashing Pumpkins (LOTUS / Carlos Müller).
Pasó desapercibido: Interpol se presentó al cierre del domingo, en un escenario alejado mientras tocaba Kings of Leon. Lo disfrutaron pocos.