Consulta al doctor: chicos con mocos, ¿por qué? y ¿qué hacer?
Naturalmente los niños son mocosos. Pero en algunos casos se debe prestar atención especial. En esta nota, consejos y una guía para padres.
Foto: Cristian Lozano
Mocoso: "Que tiene las narices llenas de mocos. Dicho de un niño". Son las definiciones de la Real Academia Española que concuerdan con los criterios sociales y médicos. Es que los chicos suelen tener mocos y si bien eso es normal, en algunos casos esta sustancia que sale de la nariz puede estar avisando la presencia de algo que merece la atención de los papás. En esta nota, algunas consideraciones generales, consejos profesionales y explicaciones para estar atentos.
Si bien un chico con mocos no es un chico necesariamente enfermo; se debe prestar atención si esto se correlaciona con tos, fiebre o decaimiento. Es que en esos casos, se puede estar en presencia de una infección que debe ser combatida con antibióticos. "Decir que está enfermo es decir que hay una infección o no está bien. Pero hay casos de chicos en los que naturalmente por su desarrollo inmunológico es normal que tire mocos", explica el médico otorrinolaringólogo Sebastián Maraviglia (MP 9914).
Por eso el profesional, miembro de la clínica San Francisco de Ciudad, señala la importancia de diferenciar los cuadros crónicos de los agudos. En el primer caso refiere a que "hay chicos que tienen mucosidad permanentemente" ya que están desarrollando su sistema inmunológico, o puede tratarse de un niño alérgico.
Para aclarar, el especialista en nariz, garganta y oído va a un concepto muy claro: "Ningún moco que sale hacia fuera es normal. Cuando cae de la nariz es porque hay un exceso". Pero no necesariamente es infeccioso (cuando aparece como una especie de "agüita" y es ceroso), mientras que en los casos en los que está relacionado a un proceso viral o bacteriano se presenta con características más purulentas, verdoso o amarillo-verdoso", explica el profesional y grafica: "No es normal cuando los chicos tienen el moco colgando, se les limpia y vuelve a tenerlos, cuando estornuda y larga mocos".
En tanto, señala que los procesos virales (los resfríos por ejemplo) pueden tener una duración de 4 a 7 días, mientras que el bacteriano se extiende unos días más. Pero "si dura más es algo alérgico o una complicación del resfrío, que puede ser una sinusitis (infección en senos paranasales, aunque es raro en chicos porque no tienen formados los senos)".
La presencia de esta sustancia es el medio propicio para que haya una infección, advierte el profesional. Si está permanentemente en la nariz, ante un cambio brusco o una alteración de las defensas es más fácil que se enferme. Por eso, resalta la importancia de enseñarles desde pequeños a sonarse la nariz.
El moco por si mismo no es contagioso. Se contagia cuando hay tos o estornudos porque salen microgotas infecciosas y otro niño lo aspira. Con que un solo niño tosa puede contagiar a varios, explica Maraviglia, con lo que se entiende porque al comenzar las clases los contagios son mayores. En muchos niños el comenzar la guardería marca un antes y un después respecto a la salud, agrega. Ante esto, recomienda que la persona que tiene tos debería evitar la presencia en lugares donde hay una alta concentración de gente.
En cuanto a las medidas preventivas aclara: El frío no da el resfrío, eso es un mito. Lo que lo predispone es el cambio brusco de temperatura de un ambiente a otro. Generalmente en invierno es cuando más cambios bruscos hay. Aunque en verano también pueden aparecer estos cuadros: Por ejemplo en estos días que hace calor y al otro día la temperatura baja 10 grados y se está con la misma ropa, se predispone al resfrío. El pasar del calor al aire acondicionados hace que se paralicen las cilias respiratorias en todo el tracto respiratorio y no hacen el barrido hacia afuera con el que sacan las partículas. Sin embargo, aclara: No es matemática, afecta a unas personas más que a otras.
Como consideración general, les aconseja a los padres evaluar que el chico respire por la nariz". Maraviglia expone como indicadores clave de una correcta respiración que el chico esté con la boca cerrada, coma con la boca cerrada, no babee en la noche, no ronque, no pida agua permanentemente. Si respira por la nariz es raro que se enferme porque la respiración nasal calienta el aire, lo humedece, lo filtra y purifica.
Por otra parte, recomienda enseñar a sonar la nariz y sacar la mucosidad interna, con esto hay menos chances de que la mucosidad se sobre infecte; no exponerlo a partículas que pueden provocar la híper producción de mocos como los pelos de los animales, por lo que sostiene que no es bueno que en su habitación haya perros o gatos; alejarlo del polvillo y aconseja que cuando corre viento Zonda o mucho viento no hay que sacarlo y se deben cerrar las ventanas, el polvillo dentro de la casa (en libros viejos, plumero, lampazo, en los peluches) y el polen en la primavera, entre otras cosas.
En cuanto a los tratamientos, dependen la causa. En primera instancia, recomienda no usar medicación sin consultar al médico, destaca la limpieza de la nariz, beber mucho líquido, "se puede recomendar vapor o nebulizaciones con agua destilada, que se inhale, no dejarla en la habitación porque se enfría y puede ser contraproducente".
En cuanto a las consecuencias de los cuadros crónicos de mucosidad, señala: "Si no está bien, el chico no duerme bien, se da vuelta toda la noche porque no puede respirar. Al otro día son desatentos y distraídos, no se pueden concentrar, focalizar. Es decir, les afecta la enseñanza en la escuela. Así, el día a día no se vuelve tan normal".