Un gran trabajo social a partir del sentido de pertenencia
Marcela Herrera es la cara visible de un grupo que se dedica a ayudar a los más necesitados de varios de los barrios de San José. Conocé una gran historia.
Foto: Cristian Lozano
El trabajo lo empezaron sus padres hace muchos años, pero con el correr del tiempo los gajes del oficio fueron adoptados por ella. Marcela Herrera, una vecina más de uno de los barrios de Guaymallén, tomó como propios los ejemplos de sus progenitores y desde hace más de 20 temporadas una de sus actividades principales consta de ayudar a los más necesitados.
El rol de dueña de casa y las incesantes ganas de sacar adelante a los suyos y a los de afuera, la llevaron a comandar un proyecto solidario de gran interés para la comunidad. Con la ayuda de algunos dirigentes comunales, la protagonista fue hilvanando los primeros cimientos de una asociación, que hoy cuenta con la colaboración fija de más de 30 personas.
En el afán de contrarrestar las adversidades de la pobreza, Herrera armó un sistema de talleres para todas las edades y para ambos sexos. Desde la costura, la cocina, las clases de apoyo escolar hasta una escuela de fútbol para los más chicos aparecen como las bases de las labores realizadas, por supuesto siempre con el aporte propio en lo económico.
Con sus hijos, uno de ellos un cantante de primera mano, se dedican durante gran parte de la semana a recaudar todo tipo de objetos para donar. Ellos reciben cualquier cosa que esté en buen estado, sobre todo si es ropa, y en el momento de darlo a alguna persona hacen un estudio de campo para corroborar que todo llega a destino y no tiene fines de venta.
"Gabriela Herrera", así como los miembros del grupo denominan a la futura asociación, lleva una carga emocional en su nombre, ya que esta mujer fue una de las que colaboró en su momento y murió a los 16 años por la enfermedad del lupus, una insuficiencia que ataca todo el sistema nervioso del cuerpo.
Marcela, artífice de la movida, contó a Sitio Andino de qué sitio donde viene esta idea y los motivos que la empujan a no bajar los brazos: "Desde muy chicos crecimos con la influencia de mis papás, quienes vivían en el Lihué y siempre estaban dando una mano a los más necesitados, se siente muy bien cuando uno es útil para los demás, esa es nuestra fuerza", sostuvo.
"Las actividades que hacemos son de toda índole, porque sabemos que las necesidades a veces son muchas. La idea es poder enseñarles un oficio para que ellos puedan tener la posibilidad de defenderse de alguna manera en la sociedad, porque sino es muy complejo poder insertarse sin algún conocimiento en particular", señaló Herrera.
Por último, la cabeza visible de la organización hizo referencia a cuáles son los pasos a seguir durante este 2015 y sobre su acta de fundación en curso como asociación solidaria: "Para este año tenemos planificado muchas cosas como la organización de eventos con la meta de seguir juntando objetos para donar", afirmó, y cerró: "En estos días terminaremos de juntar la plata y pronto tendremos nuestra fundación como tal con sus socios y estatutos respectivos".
Marcela trabaja mucho por los de al lado y deja parte importante de su tiempo en las calles de los barrios aledaños a su domicilio, pero ninguna situación poco propicia tira para atrás su sueño y cada corazón que le sonríe es una excusa más para poder continuar con el arduo empleo de seguir siendo un espacio de contención.
Los que quieran colaborar pueden hacerlo comunicándose con Herrera a su facebook https://www.facebook.com/marce.herrera.7796