Hasta el 9 de febrero le dan plazo a las autoridades del Gobierno provincial y nacional, como también a legisladores de Mendoza para que impulsen una solución a la crisis que atraviesa el sector vitivinícola y no se descarta que haya medidas de protesta que no están dispuestas, pero se tienen pensadas.
Sergio Dimari, presidente de la Específica de Bodegueros de la Cámara de Comercio hizo referencia los anuncios del gobierno provincial y recordó que hace un año "alertamos de lo que estaba pasando y lo que iba a pasar. Luego invitamos a legisladores provinciales y nacionales porque no se atendían los reclamos y lo que suponíamos sucedió y ni los gobiernos ni lo legisladores se ocuparon del tema como debían, incluso de la oposición", expresó.
Dimari agregó que se está atravesando una de las crisis más graves de la vitivinicultura en los últimos 20 años y las medidas anunciadas no van a levantar el precio de la uva y del vino para que los pequeños y medianos productores- los más vulnerables- puedan salir de la coyuntura.
"Hay que buscar soluciones estructurales para que la vitivinicultura vuelva a ser rentable. Estamos cansados de hablar y no tenemos soluciones concretas", señaló Dimari.
Luego sumó que las medidas dispuesta por el gobernador no surtieron efecto y tampoco lo tendrá. La mesa sostiene cuatro medidas puntuales: sacar 200 millones de litros de vino básico que lo debe comprar la provincia, impulsar como edulcorante de gaseosas el mosto que se dijo tendría en el Congreso tratamiento rápido y no fue asó. Mantener el acuerdo Mendoza-San Juan de destinar a mosto el 35 por ciento y créditos para cosecha y acarreo a tasa cero y sin condicionamientos para el beneficiario.
"Rechazamos totalmente cualquier tipo de bloqueo porque no va a solucionar nunca el problema de precio en uva y vino de traslado y que nunca dieron resultado", enfatizó.
También hubo crítica para el INV por querer intervenir en áreas que no le competen ya que es un organismo técnico.
Destacó Dimari que el problema en la vitivinicultura se origina en la gran cantidad de uvas de baja calidad enológica que se produce en Mendoza y San Juan y dijo que debería darse un tratamiento aparte a las uvas cerezas y criollas porque no van a tener un destino vínico adecuado. Explicó que no se debe meter a todas las uvas en la misma bolsa y además, San Rafael no contribuye a ese excedente.
"San Rafael tiene un bajo rendimiento por hectárea, muy poca cantidad de ese tipo de uva y que no alcanza el grado para hacer mosto. Hay que encarar una reforma importante y dejar de subsidiar a las uvas de baja calidad enológicas, pero subsidiar a esos productores para que reconviertan sus viñedos en un plazo adecuado", manifestó.
Finalmente dijo que el Este produce uvas de calidad mediana para vinos básicos y si bien hay que atender la venta de vino en tetra, hay otras uvas que deberían ir directamente a mosto, caso de San Juan.