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Según abogados sureños, la idoneidad jurídica debe ser el principal valor para integrar la Suprema Corte

Una ronda de consultas entre abogados de la 2º Circunscripción deja ver la importancia que se le da la solvencia en el conocimiento, aunque nadie desconoce que la postulación de un ministro de la Corte es un hecho político. Otras virtudes valoradas.

 El ambiente jurídico de la Segunda Circunscripción Judicial, que tiene jurisdicción en San Rafael, Alvear y Malargüe se ha visto movilizado frente a la posibilidad de postular ministros para integrar la Corte frente a la vacante creada por el retiro de Carlos Böhm y la que probablemente se genere cuando Pedro Llorente decida jubilarse, cosa que podría ocurrir en los meses que sigan después de las elecciones de octubre, según la opinión de algunos profesionales consultados

El debate que se da de manera informal y sin que hasta ahora se hayan expresado opiniones oficiales al respecto, da cuenta de la complejidad de la hora en la vida institucional de la República y de la importancia que los profesionales le dan a los criterios que deberían seguirse para el nombramiento de los nuevos ministros.

La idoneidad jurídica, la edad, el género y que se mantenga en la Corte la presencia de un hombre del Sur, podrían citarse como sedimento y denominador común de las opiniones, aunque en todos los casos, los consultados destacaron la idoneidad jurídica como el valor más importante.

A través de la pulsión de varias opiniones entre reconocidos abogados del foro local, sobrevuelan estos conceptos que son recurrentes y también es dable destacar la cantidad de nombres que se citan como posibles postulantes para integrar la Suprema Corte provincial, superando la nómina los 15 nombres sugeridos entre profesionales del Sur, aunque la mayoría de los que expresaban estos nombres, pedían reserva de los mismos, para no “quemar” postulantes valiosos.

“El gobernador debería buscar postulantes en toda la provincia, no solamente en el Norte ni mucho menos entre los partidarios de su bandería política. La Corte es la última garantía de legalidad y constitucionalidad que tienen los justiciables y ese es un aspecto que no se puede soslayar, convirtiendo al mérito en el conocimiento jurídico como un valor fundamental entre los ministros que integran la Corte”, dijo uno de los consultados.

“Todos sabemos que la postulación de los ministros es ante todo un hecho político, pero también es claro que la idoneidad debe ser una componente fundamental de la designación, porque si no, la tarea de los ministros termina siendo cubierta por los relatores de la Corte y eso degrada la administración de justicia, guardando el debido respeto por la tarea que desarrollan estos auxiliares”, dijo un abogado.

El hecho de que se postule a un abogado litigante fue también considerado como importante, “porque el ejercicio de la profesión da un criterio práctico y permite conocer circunstancias y condiciones que muchas veces quien ejerce la magistratura no conoce ni tiene por qué valorar, pero que son muy importantes en el trabajo desarrollado en lo cotidiano, porque son los abogados los que ganan o pierden juicios y ponen la cara frente a sus clientes, circunstancia que los jueces no se ven obligados a conocer”, según dijo uno de los opinantes.

“Una vieja sentencia, enunciada en Inglaterra por un secretario de la Reina Victoria decía que, ante todo, el Juez debe ser un caballero; si sabe derecho, mejor. Esto pone de manifiesto también la importancia que tiene la experiencia de vida y la probidad de quienes van a desempeñar tan alta responsabilidad en la Justicia. No significa esto que se deban designar hombres maduros o ancianos solamente ni que el conocimiento sea un aspecto menor, pero sería deseable que los ministros de la Corte tengan por lo menos 15 años por delante para desempeñar sus funciones”, dijo otro reconocido abogado del medio.

El hecho de que se mantenga la presencia de un hombre del Sur en la conformación de la Suprema Corte de Mendoza fue también citado en varias oportunidades, aunque “siempre es más importante la solvencia profesional que la oriundez, que por otra parte no siempre es una virtud o un valor, porque al ser local, se conocen nombres y apellidos que podrían generar preferencias en los accesos a la Justicia o favoritismos en las designaciones que dependen de la Corte, mientras que alguien que no sea del medio, por esa misma circunstancia será más ecléctico en estos aspectos, que siendo secundarios, mantienen una importancia relativa en cuanto a la calidad del servicio de Justicia”, dijo otro profesional, como una velada crítica a estos aspectos del funcionamiento de la estructura Judicial.

El argumento del género fue también considerado en cuanto a la necesidad de mantener mujeres en la integración de la Corte, “pero la cuestión del cupo tampoco puede ser un criterio excluyente en cuanto a la selección de candidatos, porque siempre estará el conocimiento jurídico por encima de todas estas cuestiones. Por otra parte, Mendoza tiene juristas de fuste como para integrar el máximo tribunal exclusivamente con mujeres, pero no se trata de eso”, expresó otro profesional.

En resumen, la idoneidad jurídica es la principal virtud a tener en cuenta en la valoración de las postulaciones, según las opiniones consultadas. La edad, que debería rondar los 50 años, es otro valor significativo, seguidos por el género y el hecho de que sea un profesional del Sur, pero todos aceptan que las cuestiones políticas terminan pasando por encima de estos conceptos.

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