Idea

Un sanrafaelino adaptó un triciclo para personas que se mueven en sillas de ruedas

Pedro Balada es un sanrafaelino que vive en Montecarlo, en Misiones y que para ayudar a un amigo, creo con dos motocicletas un triciclo para que las personas que se movilizan en sillas de ruedas, puedan usarlo como un vehículo para cubrir distancias más grandes

Pedro Balada, es un sanrafaelino que hace mucho tiempo dejó su ciudad natal y ahora vive en Montecarlo, un pueblo de la provincia de Misiones que ha desarrollado una motocicleta que está pensada especialmente para personas que se movilizan en sillas de ruedas.

En el inicio de la charla, Balada se cuida de explicar que “esto no es un invento, sino una adaptación de un vehículo que ya existe en el mundo y que nació a partir de la amistad que tengo con un amigo que sufrió un accidente que lo dejó en silla de ruedas y de tanto acompañarlo y llevarlo para todos lados, empezamos a pensar en alguna alternativa, porque si bien mi amigo tiene su auto automático y su esposa lo ayuda a trasladarse, él me decía que quería moverse solo, sin depender de nadie y empezamos a trabajar en el proyecto”, explica.

Balada tiene un negocio de venta de motos en su ciudad y cuenta que “de allí surgió la idea. Yo me rompía la cabeza pensando cómo hacer la moto, hasta que un día, mi amigo me dijo: yo quiero subirme como si fuera una carroza romana, y ahí me explotó la cabeza. Inmediatamente me puse a trabajar en la idea y salió tan bien que prácticamente en tres meses lo teníamos terminado”.

El triciclo, que de eso se trata, se arma con dos chasis de motocicleta de 110cc, unidos por una estructura que permite unirlos con una rueda delantera central y que permite que la silla de rueda se cargue por detrás, a través de una plataforma que se despliega y permite cargar la silla en el vehículo.

“Luego le agregamos detalles, como la marcha reversa con un motor eléctrico, porque las motos no tienen retroceso y cosas para sujetar la silla sobre el chasis, pero lo más importante es otra cosa”, cuenta Balada.

El impacto emocional

“Lo más increíble de esto es el impacto emocional que genera en las personas que reciben estos vehículos, porque frente a la posibilidad de recuperar algo de su autonomía para moverse y trasladarse. Uno de los clientes que me compró una de las motos, cuando iba a recibirla me llamó por teléfono y me dijo que aplazáramos la entrega un día, porque no podía recuperarse de la emoción que le significaba poder usar un aparato que le iba a permitir moverse a libertad en la ciudad”, relata.

El funcionamiento es muy sencillo, porque el triciclo cuenta con un control remoto para bajar su rampa de acceso, para el caso que la persona pueda impulsar la silla por la rampa o posea una silla eléctrica, una vez arriba del vehículo cierra la rampa con el mismo control, pone en contacto, acciona la tecla de arranque, y acelera. En el caso de que la persona no pueda impulsar su silla están haciendo, por ejemplo, un modelo que cuenta con un pequeño malacate que, enganchado a la silla,lo sube al triciclo, sin esfuerzo.

El equipamiento estándar en la versión automática o con cambios, es con un motor de 4 tiempos y de 110 cilindradas, arranque eléctrico, retroceso eléctrico, rampa de acceso a control remoto, freno de estacionamiento, freno delantero a disco o tambor, frenos traseros a tambor, rodado delantero de 17pulgadas, rodado trasero de 14 pulgadas, luces de posición y giro, delanteras y traseras, luces alta y baja, caja automática o de 4 marchas con embrague automático.

El precio de este vehículo es superior a dos motos de 110 centímetros cúbicos y se está trabajando para que junto a la estandarización se reduzcan esos costos, pero con planes de financiación propios y bancarios.

Para quienes quieran contactarse, pueden encontrar un perfil de Facebook que se llama Central de Motos o enviar un mail a [email protected] o llamar al (03751) 482792.

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