Los catastróficos resultados obtenidos en las presidenciales del 23 de octubre pasado obligaron a la UCR a replantear su estrategia partidaria. Me parece que es necesario que el radicalismo muestre una cara novedosa, declaró el cobista intendente de Junín Mario Meoni, quien se sumó al reclamo de sus pares. No difundamos por los medios disputas internas. La gente tiene la impresión de que los radicales no hacemos otra cosa que mirarnos el ombligo, pidió, en cambio, el diputado Ricardo Alfonsín.
El radicalismo no tiene paz. Después de quedar en el tercer puesto en las elecciones presidenciales con poco más del 12% de los votos, en el centenario partido comenzó un proceso de reestructuración que muy probablemente culmine con una reforma política. Todo comenzará a definirse esta semana, ya que mañana habrá un encuentro de Movimiento de Renovación Nacional, del que son parte varios de los más importantes dirigentes radicales, y el sábado próximo se reunirán 20 intendentes de todo el país, comandados por Mestre y Víctor Viti Fayad. Los alcaldes fueron de los pocos que salvaron la ropa en un año aciago para la UCR, cuyos gobernadores con la excepción del correntino Ricardo Colombi cayeron derrotados por el kirchnerismo.
El proyecto de reforma que hoy tiene mayor consenso es el que propone elegir al presidente del partido en forma directa. Aquellos que quieran presidir el Comité Nacional deberán conseguir avales en ocho distritos, de los que saldrán diez delegados. Los intendentes evaluarán el proyecto en la ciudad de Tanti, en donde también intentarán unir fuerzas para ganar poder decisional. A pesar de la caída en desgracia de su jefe político, el cobista Mario Meoni, alcalde reelecto de Junín, fue uno de los que pidió cambios urgentes en la conducción partidaria.
El radicalismo hace 25 años que no debate una idea, desde Raúl Alfonsín en Parque Norte que no discutimos y en el medio ha cambiado la sociedad, ha cambiado el mundo y el radicalismo sigue plantado en 30 años atrás, reclamó Meoni.
Para Fayad, intendente de Mendoza, la UCR no acertó el rumbo, no acertó en el diagnóstico en las últimas elecciones y pidió llevar adelante una alternativa superadora.
Desde la conducción del partido, aceptaron las críticas, aunque mostraron su desconfianza respecto de la capacidad de conducción que puedan tener los alcaldes. Hay que ver cuando asuman, es difícil que los intendentes avalen una posición dura contra el gobierno. Después tienen que ir a pedirle plata o negociar obra pública con (Julio) De Vido. Es algo complicado. Sería mucho más fácil para un senador o un diputado. Esta película ya la vimos, cuando los intendentes empiecen a gestionar van a bajar las críticas, confió un experimentado legislador.
Si bien el debate recién comienza, deberá tener un rápido desenlace: los radicales necesitarán en dos años más del 22% de los votos para mantener las bancas ganadas en 2009.
