El Gobierno provincial está estudiando un proyecto para la construcción de una nueva cárcel en Mendoza, lo que aliviaría la sobrepoblación de los demás centros penitenciarios, que desde hace varios años han generado denuncias por ofrecer malas condiciones habitacionales a los presos.
Esto fue confirmado por el ministro de Gobierno de Mendoza, Rodolfo Lafalla, luego de una reunión con la Mesa de Enlace de Seguridad este martes en Casa de Gobierno.
Este proyecto fue presentado por la constructora Obras Andinas S.A. y se planea que el nuevo edificio tenga una capacidad para 648 presos, aunque esta cifra podría aumentar a 904, ya que hay espacios que se podrían utilizar para la creación de nuevos pabellones.
La inversión superaría los 750 millones de pesos y el establecimiento, de 48.540 metros cuadrados cubiertos y semicubiertos, estaría ubicado en Cacheuta, cerca del complejo Almafuerte, en Luján.
Esta nueva cárcel va a trascender a la gestión actual de gobierno. Y, claro está, una vez construida pertenecerá a la provincia, no a la empresa privada. Lo que haría esta empresa es conseguir el financiamiento, ejecutar la obra y, una vez terminada, el gobierno restituiría el dinero invertido, informó el ministro de Gobierno, de quien depende el sistema penitenciario.
El proyecto presentado por Obras Andinas está en estudio y análisis del Ejecutivo. Si se da el visto bueno, el plan se discutirá en la Legislatura y en caso de aprobarse, se avanzará en la iniciativa.
En detalle
La propuesta formulada por Obras Andinas S.A, con sede en calle Peltier de la capital mendocina, está destinada en principio a la población penitenciaria de jóvenes adultos varones y contempla la posibilidad de que a futuro se puedan alojar adultos.
El anteproyecto completo se pensó para albergar 648 internos penados. Su concepción permite la posibilidad de que sea realizado en etapas, permitiendo la construcción progresiva de acuerdo a las necesidades y posibilidades del Servicio Penitenciario Provincial.
En caso de necesidad temporaria, dado que el proyecto contempla espacios diurnos de gran amplitud y flexibilidad, se podría incluir un lugar de alojamiento adicional en los pabellones de mínima y de mediana vulnerabilidad elevando la capacidad de este establecimiento a 904 internos.
El complejo penitenciario se desarrolla adaptándose a los desniveles naturales del terreno, escalonándose de manera descendente, en 3 grandes terrazas coincidentes con los tres niveles de control propuestos.
En tanto, el diseño general del conjunto se ordena en función de tres amplios espacios abiertos.
El primero de ellos (nivel de control bajo) es donde se encuentran las oficinas administrativas, casinos para penitenciarios, guardería para los hijos del personal, talleres de mantenimiento de vehículos y otros, abastecimiento de agua y energía eléctrica, seguridad externa (edificio de control vehicular) y conserjería (edificio de control de visitas de internos).
En el segundo espacio (nivel medio de control), se ubican los edificios de la casa de pre-egreso (internos con salidas transitorias), cocina general, panadería, lavandería, asistencia médica, asistencia psicológica y social, juzgado de ejecución y oficinas administrativas GE-CO.SE.PE (gestión-control y seguimiento de la pena), pabellón de admisión de internos y seguridad interna.
Por último, en el tercer espacio (nivel alto de control) se ubican los 4 pabellones de alojamiento de mínima y mediana seguridad, con sus respectivos Salones de Usos Múltiples (SUM) para cada uno de ellos; 2 pabellones de máxima seguridad con sus respectivos servicios (que se integran al pabellón para cubrir los requerimientos de seguridad y necesidades de los internos); 2 edificios educativos; talleres de trabajo y laborterapia; un área de culto; el Servicio Especial de Requisa Penitenciaria; el Servicio Especial de Traslado de Internos y un gran espacio central donde se ha previsto una cancha de fútbol reglamentaria para diferentes actividades y espectáculos.
Cabe destacar que la propuesta considera como punto clave la descentralización de los internos en unidades independientes (SUM) para cada pabellón e incorpora el concepto de seguridad dinámica, que a la vez garantiza el derecho de todos los internos, independientemente de su comportamiento o situación legal, a recibir asistencia primaria, capacitación y visitas.
Por último, los plazos de ejecución de la obra rondan los 36 meses.
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