Cuando la calma parece estar cercana para la mitad de Avellaneda, los nervios se vuelven a poner de punta. Independiente sintió el cimbronazo después de la renuncia de Omar De Felippe, quien disconforme por la falta de incorporaciones en un plantel que necesita ser reestructurado con urgencia, pegó el portazo. Él mismo fue el que se encargó de señalar al que sería el sucesor más potable: Gabriel Milito. Se encaminó para debutar profesionalmente, pero no es su momento.