El desconsuelo de Ángel Di María luego del partido ante Bélgica era evidente, el dolor en su pierna derecha parecía haber puesto fin al sueño mundialista de Fideo, pero los estudios a los que se sometió el jugador confirmaron una lesión más leve de lo esperado, y la esperanza de que llegue al partido final se hizo realidad gracias a un novedoso tratamiento con células madre.