El defensor del seleccionado argentino Marcos Rojo se mostró ilusionado con la posibilidad de ganar el Mundial, pero pidió "ir despacio" porque "todavía falta mucho" y es muy largo el camino por recorrer.
El defensor del seleccionado argentino Marcos Rojo se mostró ilusionado con la posibilidad de ganar el Mundial, pero pidió "ir despacio" porque "todavía falta mucho" y es muy largo el camino por recorrer.
"Este es un mundial muy parejo, ya no hay favoritos, se vio en todos los partidos que cualquiera juega de igual a igual. Obvio que uno se ilusiona, pero hay que ir despacio", dijo Rojo en declaraciones para DyN. El ex Estudiantes de La Plata ya no es más el blanco de críticas o insultos ante algún error y con buenas actuaciones en los cuatro partidos del Mundial cambió lo que la mayoría de los hinchabas pensaban de él.
Es que por primera vez desde que juega con la camiseta del seleccionado y al ser reemplazado por José María Basanta debido a una molestia muscular, Rojo fue ovacionado por los miles de argentinos que estuvieron en el Arena Corinthians.
El lateral izquierdo, acaso el jugador más resistido del plantel previo al Mundial, es el mejor defensor argentino en lo que va de la competencia, pero se perderá el encuentro de cuartos de final debido a la acumulación de dos tarjetas amarillas.