Cuando Donna Grove, de 27 años, dio a luz a su primer hijo no pensaba que debería esperar 50 horas para ver tener a su segundo retoño en brazos y que lo haría en otro condado diferente a 64 kilómetros de distancia.
Cuando Donna Grove, de 27 años, dio a luz a su primer hijo no pensaba que debería esperar 50 horas para ver tener a su segundo retoño en brazos y que lo haría en otro condado diferente a 64 kilómetros de distancia.