Para muchos el horóscopo ya es parte de la vida diaria. Y es lógico, ya que la fecha de nacimiento le da un significado especial a nuestra vida. Pero más allá de eso, de si se cree o no, existe una teoría que explica la relación entre la astrología y la salud.
Dependiendo de la estación del año en que nacemos, el horóscopo nos dirá las enfermedades a las cuales somos más propensos y cuánto tiempo viviremos. A este tipo de ciencia, se le llama iatromatemáticas (del griego; iatro: médico; matemáticas: conocimiento) y es una de las tradiciones intelectuales más antiguas del planeta.
Esta rama definida como astrología médica data desde el siglo XV, cuando las personas le preguntaban a Simon Forman y Richard Napier, los dos astrólogos modernos más populares de Inglaterra, ¿Cuál es mi enfermedad? ¿Estoy embarazada? ¿Voy a morir?
En ese momento se dieron cuenta que los astros querían decir algo y que la ciencia moderna estaba comprendiendo muchas cosas a partir de las estrellas y la estacionalidad, ya sea para la predicción de una enfermedad o para diagnosticar una ya contraída.
Hacia finales de la Edad Media y principios del Renacimiento, la ciencia de la iatromatemática se enseñaba en las universidades. De hecho, un médico de la época la mayoría de las veces era matematicus et astrologus, basándose en Hipócrates (400 a.C.) quien construyó un complejo de salud que a la vez fue un templo y universidad. Su lema era buscar en la unidad del cuerpo, alma y espíritu, sintiéndose parte de la naturaleza y el cosmos.
Laura Kassell, profesora del Departamento de Historia y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Cambridge, quien actualmente investiga la medicina astrológica, señaló a "The Atlantic" que por siglos fue una práctica común que los médicos educados utilizaran la astrología como herramienta.
Muchos científicos contemporáneos se rehúsan a admitir que exista una relación entre salud y astrología, pero sabemos que hay una extraña conexión entre el nacimiento estacional y algunos desordenes, pero no sabemos por qué, afirmó Chris Ciarleglio, neurocientífico de Brown University.
Yo diría que tiene que ver más con la longitud, latitud y hora en que nacemos porque para comprobar si somos propensos a tener ciertas enfermedades tenemos que conocer nuestra carta astral. Depende de los signos y de los planetas con su configuración si se pueden apreciar en qué somatizamos o a qué somos más vulnerables, dice Paulina Peñafiel, astróloga del Centro Astrológico de Chile.
A las conclusiones que han llegado los estudiosos es que esta relación tiene que ver con nuestro reloj biológico, es decir, con el ritmo circadiano (ritmos de sueño y vigilia). Ciarleglio dijo que si el reloj está estable, todo va de acuerdo a lo planeado. El problema es que sin importar qué tan perfectamente calibrado esté, tendrá que enfrentarse con factores del mundo exterior, donde un montón de factores ambientales pueden alterar permanentemente su funcionamiento. Aquí es donde la estación en que nacemos juega un papel.
El neurocientífico estadounidense explica que enfermedades como depresión, esquizofrenia o autismo están estrechamente relacionadas con el reloj circadiano porque la luz entra en los ojos y manda una señal al núcleo supraquiasmático (reloj del cerebro) el cual en turno, manda señales al tallo cerebral, cuya función es liberar serotonina, que regula el humor, el apetito y el sueño.
Un desbalance de este neurotransmisor es la base de la depresión.
Todas las funciones biológicas dependen de la luz, por eso la falta de ésta durante los meses que se nace podría contribuir a cambios en el comportamiento de los genes. El ambiente en que nos desarrollamos influye en nuestra salud.
No es que los astrólogos pensaran que desde el nacimiento se está marcado por la posición de las estrellas y los planetas y luego es inmune el resto de tu vida. Mientras existe una serie particular de cosas que moldean desde el momento en que fuiste concebido hasta el paso del tiempo, el ambiente en el cual nos desarrollamos, también ejerce influencia. Esos factores socioeconómicos son claves hacia lo que la astrología médica busca descifrar, concluye.
Cada signo zodiacal posee un punto débil y una predisposición a la enfermedad. Saber cuáles son ayuda a adecuar un determinado estilo de vida para tener una vida sana.