Sur provincial

San Rafael: custodiada por la policía, la familia de un asesino tuvo que mudarse del barrio mientras velaban a la víctima

Esto ocurrió anoche en La Isla. El agresor, Ricardo Martínez, mató a Miguel Lara de un disparo durante una riña.

Se tuvo que ir del barrio La Isla de San Rafael, la familia de Ricardo Martínez, quien dio muerte a Miguel Ángel Lara de un disparo.

Mientras, la Justicia no pudo llevar a cabo las pericias de rigor, por el clima tenso que se vive en el callejón Iguazú, donde se produjo la trágica riña.

Es que apenas 150 metros es la distancia entre la casa donde se realizaba el velatorio de Lara, y la de los familiares de Martínez.

Uno de los puntos a dilucidar por el Segundo Juzgado de Instrucción es quien era el tenedor de la escopeta criminal, ya que Martínez habría señalado que se la quitó a Lara y que habría actuado en defensa propia.

Luego de que Martínez se entregara a las autoridades policiales, quedó detenido e imputado por homicidio agravado por uso de arma de fuego.

Su familia, en tanto, tuvo que dejar la casa, luego de ser apedreada, de que le incendiaran y “nos amenazaron de quemarnos la casa”, dijeron a SITIO ANDINO mientras cargaban un camión con muebles, custodiados por un  móvil policial.

A la vez, a la vuelta de la esquina, en la casa de los Lara, culminaba el velatorio y trasladaban el cuerpo al cementerio, en medio de un tenso clima que se vivía entre vecinos claramente enfrentados.

“La bronca que tenemos es que la ambulancia llegó sólo hasta Amapola y Ballofet”, dijo un familiar de la víctima a este medio, en referencia a la espera que hizo el móvil asistencial a casi dos kilómetros del lugar donde yacía la víctima malherida.

“Las ambulancias no quieren entrar al barrio”, agregó un vecino; “pero podría haberlos acompañado algún móvil de la Comisaría 38 que está justo enfrente, a la entrada del barrio”, señaló otro.

“A Miguel Angel lo tuvimos que cargar en un auto y llevárselo a los de la ambulancia; seguro que por tanta espera se murió desangrado”, dijo un asistente al velorio.

Al caer la noche sobre La Isla, varios móviles policiales comenzaron una guardia especial para intentar prevenir situaciones de violencia en las próximas horas.

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