Ante la crisis económica los alimentos de mejor calidad nutricional acumularon en seis meses “un crecimiento promedio anual un 60% mayor que los panificados, las harinas, y los feculentos, y un 115% más que los principales alimentos fuente de azúcar en la dieta”. Esto provoca que baje la calidad de la nutrición a la hora de preparar una comida.