Opinion

Columna del domingo: "¿Desesperados?"

Por Marcelo López Álvarez

 La supuesta calma que rodea al Gobierno parece ser menos segura que la zona del Congreso de la Nación donde, a partir de una tragedia que se desencadenó de una situación cargada de machismo y viejas culturas, se mostró que el discurso del Ministerio de Seguridad es tan endeble como el del de Economía

La desesperación comienza a apoderarse de un gabinete que no acierta una sola medida como para encarrilar el rumbo económico. Lo de la desesperación no es una ironía ni una percepción, es un dato objetivo a partir de las propias decisiones que toma día a día el equipo que encabeza el descabezado Nicolás Dujovne.

Desde hace meses vienen aplicando políticas más cercanas al gobierno anterior que las ideas que supuestamente venían a poner en marcha, así se sucedieron venta de dólares a futuro, intervención del mercado cambiario, precios esenciales, etcétera. Esta semana dieron un nuevo paso al decidir trampear con las estadísticas. Llamó la atención que cuando se conocieron los datos actualizados de repente el ratio de la deuda sobre el PBI había bajado al 64 %, cuando sobre el fin del último trimestre había rozado el 100 por ciento del PBI.

¿Qué había pasado para tal descenso? El Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala lo explicó rápidamente, cambiaron la forma de medirlo, en términos de café hicieron trampa al puro estilo Moreno. En vez de tomar el tipo de cambio vigente al último día del mes anterior, decidieron tomar un promedio de los últimos 12 meses, por lo que obviamente el tipo de cambio es mucho menor por lo que el ratio también es menor.

La desesperación del equipo económico por intentar mostrar algún dato positivo los lleva a tomar estas medidas que apenas son un bollito de pan para hoy y hambre fuerte para mañana.

Como bien señala ITEGA "El cambio de metodología implica que los próximos anuncios sobre la evolución de la deuda pública casi con seguridad muestren una tendencia creciente, mientras que lo contrario sucedería si se sigue utilizando el cálculo actual, algo que podría agregar preocupación a los mercados y presionar aún más al alza del dólar".

Mientras dibujan, venden dólar futuro sin reparos e intentan contener la inflación controlando precios y dólar, todas medias que no saben ni tomar ni ejecutar por que las copias nunca son originales, la economía no da una sola señal de recuperación.

El informe de coyuntura de abril del mismo ITEGA asegura que "Los datos de actividad de marzo sugieren que la economía argentina sigue en recesión. La nueva aceleración de la inflación volvió a golpear los ingresos reales de la población y el consumo de los hogares sigue sin encontrar piso".

Y agrega que "La implementación de este nuevo plan deja en evidencia que el torniquete monetario y fiscal negociado con el FMI fue insuficiente para estabilizar las expectativas de inflación, y que los manuales con los que Cambiemos llegó al gobierno fueron definitivamente dejados de lado".

No obstante, los límites de este programa son evidentes. Por un lado, en un contexto de ingresos fiscales fuertemente afectados por la recesión, el espacio fiscal del gobierno es muy acotado si lo que se busca es dar cumplimiento al objetivo de "déficit cero". Tal es así que comenzó a discutirse la posibilidad de modificar nuevamente el esquema de retenciones. Y cierra advirtiendo que "el frente externo se encuentra en estado crítico. La volatilidad cambiaria se volvió la norma antes de lo esperado, y el BCRA cuenta con escaso margen de maniobra para evitar movimientos bruscos del tipo de cambio. El uso de reservas internacionales parece la última línea de resistencia, aunque esta estrategia conllevará costos para la próxima administración".

Nada de lo que el mejor equipo de los últimos 50 años decía manejar con facilidad -desde la inflación hasta el mercado cambiario y financiero que le dieron al economista de la Champions League- logró hacerlo o demostrar que su capacidad no era puro humo.

Ni la revolución de los aviones le sale bien. En la tarde del sábado se conoció que Norwegian (la tercera low cost más grande de Europa) está analizando retirarse de la Argentina golpeada por la crisis.

El director financiero de Norwegian Air, Geir Kalsen aseguró a la prensa europea especializada que la filial argentina se ha puesto un plazo hasta agosto para revertir la situación y comenzar a operar con rentabilidad: "Si nuestro proyecto en Argentina no corresponde al plan, estamos preparados para retirarnos", aseguró el CEO.

La crisis económica se retroalimenta con la volatilidad política, porque ya ni los aliados de arranque del gobierno pueden maquillar que la crisis y la destrucción del consumo los golpea.

Un trabajo de la Universidad de Avellaneda, detalló que las grandes empresas perdieron hasta un 46% de sus ingresos en 2018, producto de la caída monumental del consumo y la devaluación.

"El tamaño de la crisis poco a poco fue alcanzando a las grandes empresas. Muchas de ellas continúan teniendo una parte mayoritaria de sus clientes en el mercado doméstico. Por lo tanto, no escapan a la caída de la demanda interna, al aumento de tarifas y de la tasa de interés" asegura el trabajo de los economistas, que además dan como dato muy preocupante la magnitud de la caída en el rubro de alimentos.

Entre las empresas que más se descapitalizaron están Cresud (-46%), Mastellone (-35%), Arcor (-33%), Transener (-32%), Molinos Río de la Plata (-28%) y Loma Negra (-27%).

La realidad marca que la desesperación parece apoderarse del mejor equipo y las decisiones se atropellan mientras la producción y el consumo no encuentran piso en su caída.

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