Tras tomar conocimiento del expediente, se abstuvo de declarar el sacerdote Carlos Scarlata

Fiscal Javier Giaroli 

Según dijo el fiscal, el 18 de ese mes, Scarlata llegó a la casa de la mujer, pero se retiró del lugar, según el propio sacerdote relató en un audio enviado a una amiga de la fallecida. "Sabiendo que esa mujer tenía algunas patologías, se retiró del lugar", sostuvo Giaroli. 

"Atento a que él sabía que esta señorita necesitaba de una medicación para su enfermedad crónica, cuya no ingesta podía provocarle la muerte, y al hecho de que por autopsia se determinó que finalmente falleció tras agonizar un par de días en esa casa, es que a Scarlata fue citado a prestar una declaración informativa porque fue la última persona que se contactó con la mujer en vida", explicó Giaroli.

Al sacerdote no se lo citó en calidad de testigo "toda vez que existen motivos para pensar en su responsabilidad penal en su accionar, en particular y por el momento, por el delito de omisión de auxilio", dijo el magistrado.

Esto porque para Giaroli "al decidir retirarse del lugar sin siquiera avisarle a alguien, lo hizo aparentemente para preservar en secreto la relación que mantenían".

El fiscal reconoció que el caso podría tener peores consecuencias para el padre Scarlata, si es que se llega a probar un "abandono de personas agravado por el resultado lesivo".

Según relató la testigo encubierta en diálogo exclusivo con este medio, esta historia tendría como trasfondo un romance entre el cura y la mujer que murió. 

Habría comenzado hace años, pero "Valeria le perdió el rastro hasta que lo vio en la tele a principios de 2018 envuelto en un escándalo" porque Scarlatta tuvo que explicar en los medios por qué no dejaba entrar mujeres con calza a su parroquia en San Isidro, Provincia de Buenos Aires. Allí retomaron el contacto y se habría encontrado en varias ocasiones.

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