El modo electoral y las suspicacias vuelven a trabar el desarrollo minero

En la Legislatura se volvió a postergar el tratamiento de dos proyectos que pretendían activar la minería a gran escala en la provincia. Parece una decisión irreversible, al menos por lo que queda del año y para un 2019 absolutamente electoral. En el oficialismo confían en que cuando baje la espuma "y la fiebre", el tema volverá a despertar. En el peronismo acusan al intento de Cornejo por frenar la reelección de los intendentes.

Las dos ideas, distintas entre sí, que surgieron desde el peronismo buscando activar la minería a gran escala en la provincia, más que encaminarse hacia un futuro inmediato incierto en la semana, parecieron tomar la misma dirección de todos los intentos anteriores: desvanecerse lentamente hasta desaparecer.

Si bien dos senadores del peronismo, Alejandro Abraham y Juan Agulles, fueron quienes encabezaron y militaron recientemente las iniciativas para reintroducir el tema minero en el Senado provincial, en el PJ nunca hubo acuerdo mayoritario para tal aventura política. Y en algún punto, las voces en contra que tiene la megaminería dentro del propio peronismo, les enrostraron a ambos legisladores el haber sido funcionales a una supuesta maniobra orquestada desde el propio gobierno provincial para volver con un debate al que la política en general le ha venido escapando por años, mucho más desde que tanto el PJ como la UCR utilizaron el tema minero con fines electorales en diversas circunstancias para ganar adhesiones políticas que militan en el ambientalismo.

Ambos proyectos habían vuelto a encender las pasiones: de un lado, las empresas y todas las corporaciones que las nuclean festejaron en su momento el debate político que comenzaba a darse en las tres comisiones que los discutieron: la de Ambiente, la de Legislación y Asuntos Constitucionales y la de Hidrocarburos y Minería; por el otro, todas las organizaciones ambientalistas, en contra de la minería y en defensa del agua, se levantaron en su contra como se esperaba. Pero el modo electoral de la política, volvió a meter la cola en el asunto, aunque falten meses para el arranque de la campaña.

Los proyectos van detrás de un mismo objetivo, pero por distintas vías. El de Agulles pretende crear y desarrollar parques mineros para desarrollar la actividad sin la aplicación en ellos de la considerada ley antiminera 7722. El de Abraham va por la modificación de la norma eliminando la frase "y otras sustancias" que les sigue a los químicos prohibidos tácitamente, tales como el ácido sulfúrico, el mercurio y el cianuro. Pero además prevé la creación de una comisión especial legislativa de seguimiento para los emprendimientos y le retira a la Legislatura la facultad de aprobar o no las declaraciones de impacto ambiental (DIA) porque cuando llegaron a las cámaras se politizaron y se ignoró la discusión técnica en torno a los mismos.

Este jueves el debate en las comisiones de ambos proyectos fue una vez más postergado. Quedan tres sesiones más antes de la finalización del año y salvo un milagro podría rescatarlos. Si bien han sido evidentes las divisiones en el peronismo, como que algunos legisladores incluso llegaron a reunirse con las autoridades más importantes de la iglesia mendocina, aunque no se crea para lograr un apoyo eclesiástico en contra de cualquier modificación de la 7722 u otra cosa que active la minería, desde el oficialismo tampoco se actuó de forma clara y contundente, aunque la postura de ir por la aprobación de algunas de las iniciativas siempre fue mayoritaria.

En el peronismo se fundamentó que el debate se trabó en represalia por la decisión de Alfredo Cornejo de promulgar la reforma del artículo 198 de la Constitución bloqueando así la posibilidad de que los intendentes peronistas puedan volver a buscar la reelección en las elecciones del año que viene. Pero no es menos cierto que en algún momento se buscó obligar al oficialismo, en concreto al Poder Ejecutivo, a que asumiera un rol más activo, presente y visible ante la sociedad en favor de las posibles modificaciones de la 7722. En buen romance, a compartir el posible costo de ir por activación de la minería a gran escala en Mendoza.

Pese al pesimismo general en torno al presente de las iniciativas, en el oficialismo, sin embargo, no ven un fracaso definitivo. "Esto recién empieza", estimó una fuente cercana a Cornejo. "Quedó claro que la 7722 no era el mandamiento número 11 que hay un consenso amplio que la misma debe modificarse", agregó para afirmar que "los políticos, aunque se hayan distraído con las elecciones; los empresarios; los sindicatos; el común de la sociedad y las universidades han coincidido por primera vez que debe ser la ley. Cuando baje la fiebre de los muchachos de la política, eso se va a destrabar", sentenció.

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