Desde la ciudad de Radovis, Macedonia

Macedonia, el lugar en donde el vino y la minería conviven sin conflictos

Una bodega de vinos de alta gama, con sus viñedos y su planta elaboradora ubicadas a poco menos de diez kilómetros de una mina de cobre.

Una bodega de vinos de alta gama, con sus viñedos y su planta elaboradora ubicadas a poco menos de diez kilómetros de una mina de cobre, parecen convivir en armonía en las afueras de la ciudad de Radovis, a 120 km de la capital Skopje.

La agricultura y la minería, en Radovis, como en Makedonska Kaminika que alberga a la mina SASA de cinc y plomo, serían para Mendoza la suma de todas las rarezas, a la luz del enfrentamiento que ambas protagonizan en la provincia desde una buena cantidad de años a esta parte.

Los macedonios no sólo hacen convivir a las dos manifestaciones y modelos de desarrollo económico, sino que hasta se extrañan cuando se los indaga por la posible existencias de conflictos irreductibles.

El recorrer casi la mitad del país en sólo tres días, del norte hacia el sur para remontar por el este el retorno a Skopje, por rutas que conectan pueblos y pequeños parajes con ciudades consideradas aquí como importantes, como Radovis, deja a la vista valles inmensamente verdes, entre interminables bosques de pinos que se unen a los caminos de montaña que conducen hasta las explotaciones mineras, a las bodegas, a los mantos cultivados de tabaco y a decenas de fincas y chacras que, como los minifundios del interior mendocino, se ocupan del cultivo de maíz, de otros granos y mucha verdura de estación, como el tomate que los macedónicos ofrecen a sus visitantes como los de mejores gustos y calidad de esta parte de Los Balcanes.

En Radovis –gobernada por un joven intendente que ganó las elecciones el año pasado con el 55 por ciento de los votos–, se ufanan de contar con la mejor agricultura y de tener en su territorio a la mina Bucim, de cobre, que administra Solway  Group. “Este es un pueblo minero, pero en esencia somos agricultores y controlamos la mina a veces hasta diariamente, pero de manera regular una vez por mes”, dice el intendente a quien le ha llamado la atención sobre las consultas de los mendocinos, que llegaron aquí, sobre los conflictos ambientales que pueda generar la explotación minera.

Radovis, que cuenta con una población de 32 mil habitantes, tiene motivos, además, para defender la mina Bucim en boca de su propio jefe municipal: casi la totalidad de los 650 trabajadores que tiene la mina de cobre viven en su ciudad o en los alrededores. Y como dicen que les ha sucedido en las villas cercanas a Makendonska Kaminika con SASA, la calidad de vida se incrementó con el boom minero empujada por los mejores salarios y los estudios pagos a cargo de la minera para todos los hijos de los trabajadores.

La misión mendocina en Macedonia, que ayer recorrió una bodega y se arrimó al tajo de la mina Bucim, ha debatido entre ella por la oportunidad de activar en la provincia la discusión de fondo que requiere la explotación minera en aquellos departamentos en los que se ha probado la existencia de minerales en el subsuelo.

Tanto el ministro de Energía, Marcos Zandomeni, como los diputados radicales Néstor Parés y Martín Kerchner, acompañados por el ministro de Minería sanjuanino Felipe Saavedra, tras ser recibidos en la bodega para degustar sus vinos y recorrer sus instalaciones terminaron la jornada en la mina Bucim y allí se le describió que Solway y Aterra, esta última la otra empresa rusa socia en el proyecto de cobre San Jorge de Uspallata, intentarán desarrollarlo con el mismo método que vieron aquí. Claro que en Mendoza evalúan varias alternativas si es que se le impide el procesamiento del mineral.

De lo contrario, como ya se ha dicho, en Mendoza se ubicará la cantera que extraerá la piedra la que será transportada hasta San Juan en donde se han mostrado más que gustosos de recibir en su territorio a una mina que no la tenían en sus planes.

Si eso prospera, San Jorge montará en San Juan las plantas de flotación, el método que requiere xantato para separar el cobre de la piedra y del oro y, evalúan, otra planta de lixiviación, para tratar los óxidos que devienen en planchas de cobre tras ser sometidos a un proceso de electrólisis. Pero será una historia para más adelante, si es que, como pretenden los rusos, el proyecto se encamine.

El revuelo por el viaje. La misión a Macedonia de los mendocinos que llegaron aquí junto con el ministro sanjuanino fue organizada por las compañías rusas Solway y Atterra. Por Mendoza llegaron Zandomeni y los diputados radicales Parés y Kerchner. Los tres se incomodaron cuando desde Mendoza se levantaron algunas voces sobre su presencia aquí. Todo parece ser un coletazo más de la discusión “minería sí, minería no” que se apoderó de parte de la sociedad provincial en los últimos años. Buscando no comprometer a su jefe, el gobernador Francisco Pérez, Zandomeni asegura que el viaje a Macedonia es parte de su trabajo y que al regreso hará una evaluación técnica sobre la forma en la que los rusos explotan la minería. Sostiene que junto a la Mesa Minera tienen en estudio cinco emprendimientos de minería metalífera en la provincia y que el más avanzado es el mencionado San Jorge. Sostiene que más tarde o más temprano la minería se desarrollará en la provincia y que sólo es cuestión de tiempo; tiempo para concientizar y para evaluar sistemas de control mucho más sofisticados que los que existen en la actualidad para darle garantía a quienes temen por la contaminación del medio ambiente.

Los legisladores, por su lado, se vieron envueltos en las apretadas negociaciones y discusiones que surgieron en Mendoza por leyes que en este momento se están tratando. Ambos llegaron aquí con poco conocimiento de los procesos mineros y aseguran que vuelven a Mendoza con una idea más cercana a la realidad que la que tenían. Parés y Kerchner se mostraron inquietos durante las reuniones que ha habido aquí con los ejecutivos de las empresas rusas. Se mostraron atentos a la explicación de los procesos e hicieron consultas sobre los procedimientos de seguridad ambiental de las minas. Las mismas consultas trasladaron al intendente de Radovis cuando en la tarde de ayer se vieron las caras en la sede del gobierno de esta ciudad. “No se puede tratar a fondo un tema sin tener conciencia exacta de cuáles son los problemas; por eso estamos acá”, dijeron ambos.

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