Crisis política

La coalición de gobierno en Italia explotó y Salvini quiere nuevas elecciones

Por Sección Internacionales

El viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, dijo el jueves que no hay forma de superar las diferencias en la coalición gobernante del país y que la única forma de avanzar es con unas nuevas elecciones.

El sorprendente anuncio de Salvini, líder del partido de derecha Liga, se produce tras un período de intensas disputas públicas entre dicha facción y su socio en la coalición, el antisistema Movimiento 5 Estrellas, y lanzó a la tercera mayor economía de la zona euro hacia la incertidumbre política.

Salvini afirmó en un comunicado que le dijo al primer ministro Giuseppe Conte, quien no pertenece a ningún partido de la coalición, que la alianza colapsó apenas después de un año en el poder y que "rápidamente deberíamos darle de nuevo la opción a los votantes".

Agregó que el Parlamento -que se encuentra en receso por el verano boreal- podría ser convocado la próxima semana para llevar adelante los procesos obligatorios, en referencia a la necesidad de un voto de no confianza sobre el gobierno y la renuncia del primer ministro.

Las tensiones alcanzaron un punto crítico el miércoles, cuando los dos partidos votaron en contra del otro en el Parlamento sobre el futuro de un proyecto para un tren de alta velocidad que une Italia con Francia.

El Movimiento 5 Estrellas cuenta con más escaños en el Parlamento que la Liga, pero el partido de Salvini ahora tiene el doble del respaldo de los votantes, según sondeos de opinión, y a menudo ha amenazado con intentar capitalizar dicha alza en popularidad con nuevas elecciones.

Sin embargo, aún hay que ver si las cosas resultan como planea Salvini. Llevar al país nuevamente hacia elecciones en agosto, cuando los italianos están de vacaciones y el Parlamento se encuentra cerrado, es inusual y podría ser impopular y arriesgado.

El presidente Sergio Mattarella es el único con el poder de disolver el Parlamento y podría no estar dispuesto a hacerlo cuando se acerca el trabajo previo en septiembre para el presupuesto 2020, que debe ser presentado a los legisladores un mes después.

Luigi Di Maio, líder de 5 Estrellas, aseguró que su partido no le teme a las elecciones.

"Estamos listos, no nos importa en lo más mínimo ocupar cargos gubernamentales y nunca nos ha importado", aseguró en un comunicado. Di Maio acusó a Salvini de "sacar de paseo al país" y que tarde o temprano los italianos le darán la espalda por aquello. 

Incertidumbre de cara a lo que viene

Italia estaba sumida en la incertidumbre este viernes, después de que el ultraderechista ministro de Interior, Matteo Salvini, hiciera saltar por los aires la coalición gubernamental y reclamara elecciones rápidas, que podrían dejar al país en manos de un equipo técnico o de un ejecutivo de extrema derecha.

El hecho de haber elecciones está claro pero las incógnitas son ¿cuándo? ¿y con qué gobierno?. Las hipótesis son con un gabinete de técnicos que organice los comicios o con el gobierno actual, que siga ocupándose del día a día hasta la votación.

Es una "broma que no hará gracia a nadie. Los italianos ya están sintiendo las consecuencias" con una subida de las tasas de interés de la deuda italiana, indicó el columnista Claudio Tito en el diario La Repubblica (progresista).

El anuncio del líder ultraderechista tomó desprevenido a su ya exsocio Luigi Di Maio, dirigente del Movimiento 5 Estrellas (M5S, antisistema).

"Ya no hay mayoría gubernamental (...) demos la palabra a los electores", exigió Salvini en un comunicado el jueves por la tarde.

Por la noche, prácticamente lanzó su campaña electoral durante un mitin en Pescara (centro).

"Nos dicen que no podemos reducir los impuestos. Nosotros [lo] demostraremos, si nos dais la fuerza para hacerlo", dijo ante sus simpatizantes.

Una decisión que provocó el enfado del jefe de gobierno, Giuseppe Conte, y de Luigi Di Maio, que acusaron al ministro de Interior de querer sacar partido de sus buenos resultados en los sondeos, dejando de lado el bienestar de los italianos.

Conte consideró que Salvini deberá "explicar a los electores que creían en la posibilidad de un cambio las razones que le han llevado a interrumpir brutalmente" la coalición gubernamental, mientras que la Liga obtuvo prácticamente todo cuánto pidió.

La crisis entre los dos aliados se ahondó tras una votación en el Senado a favor del controvertido proyecto de la línea de tren de alta velocidad entre Francia e Italia, conocido como TAV, el miércoles.

El M5S quiso votar en contra de ese proyecto, que la Liga apoya vehementemente.

¿Elecciones a partir de octubre?

Según los medios italianos, la Liga querría que las elecciones legislativas se celebren en la segunda mitad de octubre, el domingo 13, 20 o 27.

En cualquier caso, la Liga se presentará a los comicios en posición de fuerza, tras haber recabado el 34% de los votos en las pasadas elecciones europeas y con unos sondeos favorables, que le otorgan entre el 36 y el 38% de la intención de voto, lo que, en principio, permitiría a los ultraderechistas gobernar en solitario o con el apoyo de la otra formación de extrema derecha, más pequeña, Fratelli d'Italia.

El M5S, en cambio, se hundió en las encuestas, que le dan un 17% en intención de voto, menos de la mitad de lo que obtuvo en la legislativas de marzo de 2018.

"La Liga y el M5S tendrán la difícil tarea de explicarle al país cómo su alegre máquina de guerra", su gobierno de coalición, "ha fracasado", escribió por su parte Massimo Franco, columnista del principal diario italiano, Corriere della Sera.

Todavía no se sabe cuál será la reacción del jefe del Estado, Sergio Mattarella, el único con potestad para disolver el Parlamento, tras consultar a los presidentes de las dos cámaras y a los principales dirigentes políticos, antes de convocar elecciones.

Sin embargo, Mattarella se opone a que se celebren elecciones en otoño, justo cuando el gobierno debe preparar el presupuesto del siguiente año, negociar con Bruselas y someterlo a votación en el Parlamento.

Un ejecutivo saliente, que se dedique únicamente a los asuntos corrientes, no tendría peso suficiente para negociar con Bruselas, lo que podría perjudicar a Italia en los mercados.

Según la agencia italiana AGI, el Senado podría reunirse el 20 de agosto para constatar la caída del gobierno, y el Parlamento podría quedar disuelto unos días después. En ese caso, se deberían convocar elecciones en un plazo de entre 50 y 70 días, según la Constitución italiana. Fuente: Reuters y AFP

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