La mamá de Florencia Di Marco dijo no saber de los abusos: "Tendría a mi hija aquí y no en un cajón"

Pasaron poco más dos años del crimen de Florencia Di Marco (12) y en estos 747 días Carina Di Marco (35) nunca quiso saber cómo su hija había sido violada y ahorcada por Lucas Gómez (32), su ex pareja, el padre de sus otros tres hijos y que no será juzgado por el homicidio porque se suicidó.

Este lunes, sentada en el banquillo de los acusados, la mujer escuchó parte de la tortura que sufrió la nena antes de morir cuando en la apertura del juicio en su contra se leyeron los cargos. Y se quebró.

Para la Justicia, esta mamá fue partícipe de los abusos porque no hizo nada para evitarlos. Ella simplemente les dijo a los jueces de la Cámara del Crimen N° 2 de San Luis que "jamás" supo nada y que si hubiera notado algo, "tendría a mi hija aquí y no en un cajón".

El cuerpo de Florencia apareció el 23 de marzo de 2017. Estaba semidesnudo, tirado debajo de un puente en la localidad puntana de El Saladillo, a unos 55 kilómetros de la capital de San Luis. Según la autopsia, había sido salvajemente violada y ahorcada con un lazo, pero no era la primera vez que sufría un abuso sexual.

Un examen de ADN determinó que el material genético que había en su cuerpo era el de su padrastro, Gómez. Cuando se conoció ese estudio el hombre ya estaba muerto: se había ahorcado en la cárcel donde estaba detenido.

Paralelamente, se conocía un audio de WhatsApp de una de las maestras que había tenido la nena cuando vivía en Mendoza. La docente reconocía que Florencia le había confesado: "Hay veces que mi papá me acaricia". Y ante la Justicia dijo que se lo había comentado a la mamá, y que la mujer le respondió que su hija era una mentirosa.

Y allí se puso la lupa sobre Carina Di Marco, que fue detenida y acusada por haber permitido que su pareja violara a la nena sin haber hecho nada para rescatarla. La pena que piden para esta mujer es de 17 años y medio de cárcel. Y este lunes comenzó a definirse su futuro.

El detalle de la declaración de la maestra, que declaró haberle dicho a la madre que la nena decía que el padre la acariciaba, no fue pasado por alto por los jueces Hugo Saá Petrino, Fernando De Viana y Gustavo Miranda de la Cámara del Crimen N° 2 de San Luis que juzgan a Di Marco. Y se lo preguntaron.

Sobre este tema, la imputada respondió que "no" recordaba que las docentes le hayan dicho algo por el estilo.

Fue decisión de la abogada de Di Marco, Karina Mantelli, que la mujer declarara en la primera jornada del juicio. Y ante los jueces, la madre de Florencia dijo que "jamás" notó que Gómez maltratara a su hija, que la trataba bien, como a sus otros hijos, y que no fue testigo de episodios de violencia. De haber sido así, prosiguió: "Yo tendría a mi hija aquí y no en un cajón".

"Lo único que pido es que se haga justicia para que mi hija descanse en paz, que Dios se encargue del resto", cerró su testimonio Di Marco, en el que describió a Florencia como "callada y tímida".

Luego, volvió a la Unidad de mujeres del Servicio Penitenciario de San Luis donde está detenida hace casi dos años, el mismo tiempo que lleva sin ver a sus otros tres chicos, de 11, 5 y 2 años; los que tuvo con Gómez. Es más, fue cuando ella estaba internada tras dar a luz a la más chiquita, que su pareja asesinó a Flor.

El juicio podría extenderse por cinco días y se calcula que alrededor de 30 personas darán su testimonio a lo largo de las audiencias. 

Pedido de nulidad

Un rato antes de la declaración de Di Marco, no bien comenzó el juicio, la abogada defensora pidió la nulidad del juicio y la libertad de la acusada por considerar que hubo fallas en el auto de procesamiento dictado por la jueza Virginia Palacios. 

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