El intento desesperado de los radicales para que Macri reaccione

La cumbre de gobernadores en Corrientes resultó ser la antesala de una Convención partidaria que se espera para abril o mayo. No hubo definiciones sobre si presentarán o no un candidato contra Macri en las PASO. Dependerá de la situación del país. Pero si un reclamo para que aparezca el crédito y se rebajen los valores de las tarifas, porque "el populismo sigue vivo todavía".

El radicalismo mide minuto a minuto el estado de situación, como aquel que espera un hecho o un acontecimiento inminente que lo obligue a tomar una decisión brusca, trascendente, de peso, de esas que cuando se asumen trastocan el rumbo de las cosas para siempre.

La cumbre de gobernadores, dirigentes y autoridades legislativas nacionales que los radicales protagonizaron ayer en Corrientes pareció transcurrir en ese clima incierto. Una interna con candidato propio enfrentando al presidente en las PASO puede darle al partido ese plus diferenciador de la gestión de Macri que tanto han buscado sus líderes, en particular el mendocino Alfredo Cornejo, el presidente del Comité Nacional. Podría significar, también, un reaseguro que les garantizaría, quizás, un triunfo en los territorios donde gobiernan y en donde harán elecciones desdobladas, como aquí en Mendoza. Pero las consecuencias, con sus efectos negativos que se analizan podrían existir, pondría a la coalición de gobierno a un paso del abismo, por las divisiones y grietas que se abrirían tras la confrontación con heridas difíciles de cerrar.

Así como algunos sueñan dentro del partido con una oposición peronista fragmentada -no es el caso de Mauricio Macri que todavía se esperanza en enfrentar a un peronismo unido tras la figura de Cristina con ella como baluarte, estandarte y candidata al todo o nada-, algunos sectores del propio peronismo creen ver como altamente beneficioso a sus propios intereses que Cambiemos estalle por el aire con los radicales huyendo espantados de la entente de gobierno. Sus posibilidades de triunfo se multiplicarían, confían, detrás del objetivo de reencontrarse con el poder mucho antes de lo que en el 2015 imaginaban.

Cornejo afirmaba el año pasado que recién en el mes de marzo del 2019 se tomaría la decisión de presentar o no un candidato propio en las PASO. Señalaba, además, que tal medida de alto impacto hacia adentro y hacia fuera del gobierno dependería de algunos factores. Uno de ellos, quizás el más importante, es evaluar si el camino de la diferenciación de Macri, en unas PASO sin dejar Cambiemos, le traería al objetivo central de la sociedad riesgos que no podrían ni sortear ni mucho menos dominar. Por caso, el estado de debilidad y endeblez que está acuciando por todos lados a la administración por una situación económica que no da señales de reactivación y con perspectivas que no alimentan las esperanzas de un cambio de rumbo notable y visible para cuando llegue el momento de las elecciones. "Ir a una interna con el presidente podría empeorar las cosas, cuando el objetivo central que compartimos con el PRO es derrotar de una buena vez al populismo que nos puso en esta situación", decía Cornejo promediando el 2018.

Y es precisamente en ese punto en donde se encuentra hoy la toma de decisión partidaria de ir o no a unas PASO. Ayer, en Corrientes, lo primero que resultó del encuentro político encabezado por Cornejo, el gobernador anfitrión Gustavo Valdés; el jujeño Gerardo Morales; los presidentes de los bloques y dirigentes como el mendocino Ernesto Sanz, fue la ratificación de la pertenencia absoluta a Cambiemos. El vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, también presente en el encuentro, fue un poco más allá al afirmar que los radicales "no haremos nada -dijo- que debilite al presidente" y por si quedaban dudas agregó que el candidato de Cambiemos "es Mauricio Macri, quien dirige los destinos del país".

Con lo que el radicalismo se tomará hasta fines de abril o los primeros días de mayo para resolver en una Convención Nacional que todavía no ha fijado una fecha concreta, si irán o no a las PASO nacional con candidatos propios. Si la situación para esa fecha sigue sin dar buenas noticias, los radicales deberán evaluar si una confrontación interna no terminaría por afectar a todo el gobierno en vez de potenciarlo en esa lucha contra "el populismo que sigue vivo", según se dijo ayer en Corrientes.

Hubo un documento, además de las declaraciones que se hicieron antes del encuentro político. Entrelíneas, la posición oficial del radicalismo parece darle una oportunidad más al presidente y al PRO buscando una reacción y una toma de medidas urgentes para aliviar a los sectores medios antes de las elecciones. La UCR exigió, una vez más, "revisar los aumentos de las tarifas de los servicios públicos; fomentar el crédito para el consumo; subsidiar las tasas a las pymes y micro pymes, como medidas excepcionales que permitan -dicen los radicales- generar un circuito virtuoso de la economía".

Reconocieron, además, que el deterioro institucional que sufría la Argentina fue muy superior al diagnóstico inicial que teníamos" y que la salida del populismo "es mucho más difícil de lo que pensábamos", dijeron, admitiendo sin embargo la situación de crisis en la que se encuentra el país.

Hacia el final, el documento de Corrientes, lleno de pedidos y de advertencias hacia Cambiemos, claro está, culmina con el hecho evidente de que "el deseo de cambio que expresó la ciudadanía en el 2015 y las enormes expectativas de la sociedad argentina no han sido plenamente satisfechas", aunque aclararon, tras cartón, que son objeto de preocupación y de trabajo de todo el equipo de Cambiemos.

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