vitivinicultura

Para el vino argentino, China puede "cambiar la ecuación" del negocio

Por Sección Economía

China es el único país en el mundo con potencial para "cambiar la ecuación" de las exportaciones de vino argentino en los próximos años, por lo que bodegueros locales han decidido enfocarse con mayor énfasis en el gigante asiático, según dijo un alto ejecutivo de la industria.

De este modo, productores vitivinícolas nacionales buscan seguir los pasos de sus colegas de Chile, al tratar de aprovechar el proceso de crecimiento por el que transita el mercado chino y así poder expandir sus ventas al exterior.

China "puede ser el único país en el mundo que cambie la ecuación de las exportaciones argentinas en los próximos años. Lo demostró con Chile y con Australia", aseguró el presidente de Wines of Argentina, Alberto Arizu.

"Es un país que crece a una tasa significativa. Tenemos que hacer un gran trabajo e invertir mucho dinero", agregó Arizu en declaraciones a NA.

"China todavía es un mercado muy chico para nuestro país, pero puede deparar un futuro significativo", insistió el empresario, titular de una entidad que agrupa a bodegas exportadoras y que busca promover la imagen del vino argentino por el mundo.

En este sentido, admitió que los aranceles de exportación preocupan a los bodegueros argentinos, porque afectan principalmente a los vinos de precios medios y bajos, y sobre todo a la hora de competir con Chile, pero aclaró que "no deberían ser una traba" para que las ventas al exterior continúen en aumento.

Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), las exportaciones de vino a granel experimentaron un alza fenomenal del 144,7 por ciento en los nueve primeros meses de 2018, respecto al mismo período del año pasado, al sumar 578.714 hectolitros (hl), sobre los 236.510 hl alcanzados en 2017.

En la actualidad, en lo que se refiere a mercados internacionales, Estados Unidos es el comprador número uno de vinos nacionales: "Todos nuestros recursos y estrategias de comunicación están principalmente basadas en ese país", afirmó Arizu.

Por detrás de EE.UU. aparece el Reino Unido, como segundo destino para la industria vitivinícola doméstica, mientras Canadá y México son otras plazas relevantes, al igual que Brasil, en especial, por su cercanía.

Según pudo averiguar NA, Rusia no figura aún como un mercado prioritario para Argentina, en tanto las expectativas a futuro de los bodegueros están puestas en China.

Ni el fútbol ni el tango, el vino

El vino argentino, con su cepa insignia el malbec, es hoy "el producto argentino más repartido por el mundo", subrayó Arizu.

"No existe ningún otro producto local que esté tan distribuido en el exterior. Por algo, afuera, la primera referencia acerca de nuestro país hoy es el vino. Ya no es el tango, no es el fútbol, no es ni siquiera (Diego) Maradona. Es el vino", aseguró.

Según datos de la industria, unas 400 bodegas argentinas exportan en la actualidad vino a 126 países.

Consultado acerca del malbec, la uva insignia de la Argentina, Arizu consideró: "Sigue siendo un factor importantísimo de nuestra vitivinicultura".

"Lo vamos a seguir potenciando y trabajando porque ha logrado expresarse de distintas formas y nosotros hemos reinterpretado los distintos terruños, zonas y alturas", remarcó.

En los últimos cinco lustros, la industria del vino logró multiplicar la diversidad de la uva malbec, mostrando que no es una variedad, sino distintas variedades que representan la gran extensión territorial de la Argentina y su amplia diversidad: desde Cuyo y la Patagonia, hasta la altura de los viñedos salteños y la renovación que aportan los terruños de la Costa Atlántica y de la provincia de La Pampa. Fuente: NA

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