Torrez en Andina: Contra los privilegios de los jueces, pero desde adentro

En su columna habitual de todos los días en el programa Sin Verso, que se emite por Radio Andina 90.1 de lunes a viernes de 7 a 10, el periodista analiza la actualidad local y nacional. Aquí la columna completa. 

El martes a la noche, en el programa semanal de entrevistas e informes políticos Punto en Común, que se emite por TVA, entrevisté al abogado penalista y doctor en Derechos Humanos, Pablo Salinas. Cuando se retiraba del estudio y a modo de despedida, se volvió y me dijo, medio en broma, medio en serio: "Pueda ser que con lo que hemos hablado no me den vuelta las sentencias".

Decidí hacer pública esa declaración, alejada de los micrófonos y de las cámaras que minutos antes habían tomado nuestra charla en torno al estado actual de la Justicia y al análisis sobre el proceso de reforma que hoy la tiene como protagonista casi central en Mendoza, para destacar la valentía y el coraje de Salinas, un esforzado abogado que desde la época de estudiante abrazó la política de Derechos Humanos, pero más que eso: una vez graduado, mantuvo una consecuencia notable, un tesón y una paciencia sorprendentes para avanzar, prácticamente de la nada misma, en la investigación judicial en torno a las violaciones de derechos y a las atrocidades que permitieron jueces y fiscales de Mendoza durante los años más oscuros de la dictadura en la Argentina, cuando cubrieron con un manto de impunidad y desprecio absoluto de las víctimas y sobre la búsqueda de la verdad, aquellas violaciones cometidas. Su investigación, junto a la de un puñado de jóvenes abogados, terminó con los camaristas juzgados por delitos de lesa humanidad, condenados y presos.

Pero ahora, Salinas reivindicó las reformas a las que ha sido sometida la justicia mendocina y, siendo crítico en muchos aspectos llevados adelante por el gobierno de Alfredo Cornejo, ponderó la decisión política de poner patas para arriba la administración de justicia en la provincia, el darle un fuerte impulso a la oralidad en los procesos y festejar el acuerdo político alcanzado con algunas fuerzas de la oposición para implementar el juicio por jurados, aunque fuese sólo para algunas categorías del delito penal.

Aquella frase del comienzo, que Salinas me largó cuando había terminado la entrevista, en realidad venía referenciada a un tramo de la entrevista, cuando abordamos los privilegios de los magistrados, entre ellos el estar exentos del pago del impuesto a las ganancias, cuando no debe existir un solo ciudadano que no les exija, a los jueces, que hagan un aporte mínimo al esfuerzo nacional detrás de la normalización de las cuentas, del equilibrio fiscal y de la necesidad de enderezar el país hacia caminos más previsibles.

"Todos estamos pagando impuestos, está bien que un juez gane bien, pero también que aporte a la sociedad", dijo Salinas durante la entrevista y en torno a las reformas que sacuden a la Justicia, manifestó que "la manera de legitimar al Poder Judicial es el juicio por jurado, porque no desaparece la figura del juez, lo que permite es que la ciudadanía se acerque más al poder más feudal de todos. Hay quienes se mantienen de por vida en el cargo. Es un sistema establecido con ciertos principios que nos son los de las sociedades actuales. A esos sistemas los enseñamos en la facultad, pero son del siglo pasado y deberían adecuarse a las nuevas realidades".

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