Análisis

La calle es el lugar

El Gobierno decidió, en el arranque del año electoral, apostar nuevamente a la polarización total.

Por Marcelo López Álvarez

 Otra vez cientos de miles de ciudadanos marcharon por las calles que van transformándose en un escenario permanente de demostración de disgusto de una porción importante de ciudadanía.

La revitalización del espacio público como centro de protesta, que no pueden ya disimular ni siquiera los medios afines, comienza a preocupar al oficialismo que, como toda respuesta, solo logra articular el discurso de un complot destituyente de sectores izquierdosos-kirchneristas, a quienes decidió empoderar nuevamente como únicos adversarios.

El coro estable aceptó rápidamente la nueva línea de discurso y transformó al espacio político cercano a la ex presidenta de un grupo inexistente y en retirada, a una fuerza descomunal con ramificaciones internacionales.

El Gobierno decidió, en el arranque del año electoral, apostar nuevamente a la polarización total tratando de reanimar el conflicto que lo depositó en el poder. Hasta Mendoza fue testigo de la nueva estrategia, los referentes del radicalismo local no dudaron en afirmar que el PJ mendocino había sido cooptado por los seguidores de la presidenta. Interpretación por lo menos dudosa en una provincia donde los seguidores K el único peso específico cierto que tuvieron en la estructura partidaria fue la lapicera presidencial. Pero todo vale a la hora de tapar las propias torpezas, acciones y medidas de la alianza PRO-UCR.

El conflicto docente es uno de los protagonistas excluyentes de los días que corren, más allá de las particularidades que tenga en cada provincia o región, lo cierto es que la centralidad informativa que adquiere la provincia de Buenos Aires, sumado a la impresionante masividad de la marcha hacia Plaza de Mayo, se transformaron en un dolor de cabeza para el gobierno. Las declaraciones del Presidente de la Nación y los constantes desvaríos sobre la educación pública, en especial los que expresa el Ministro de Educación en reiteradas apariciones públicas, tocan fibras sensibles. Si el Presidente escuchara un poco más a algunos radicales sinceros, estos le podrían contar lo que significaron los movimientos estudiantiles y docentes para Alfonsín en la declaración de la Obediencia Debida y para Fernando De la Rúa cuando con Ricardo López Murphy pretendió recortar el presupuesto educativo.

Aplicando el concepto político comunicacional en vigencia, el gobierno apostó a estigmatizar a los docentes y a sus dirigentes. La movida fracasó estrepitosamente y solo potenció una movilización multitudinaria e histórica. La educación pública argentina, que sigue siendo muy apreciada y respetada (a pesar del bastardeo mediático) en toda América, tiene una carga simbólica muy fuerte en la sociedad. Los funcionarios actuales por su historia personal y su concepción ideológica no comprenden (o no quieren) el significado de esa educación que fue y es realmente transformadora en la Argentina.

La Educación pública fue, a partir de decisiones políticas, el faro que permitió la igualdad de oportunidades, el desarrollo científico, tecnológico e industrial del país, formadora de cinco premios Nobel y, más cerca en el tiempo, también fue la red de contención social y alimentaria de miles de chicos y pre adolescentes que campearon en la escuela pública la crisis más feroz de la Argentina, compartiendo sus primeros conocimientos con nada más y nada menos que su única oportunidad de comer. También fue la educación pública y sus luchas la que aportó la mayoría de desaparecidos y víctimas de la dictadura cívico militar.

Todo esto, a pesar de sus altibajos y sus cuitas, es la educación pública, laica y gratuita, la que garantiza nuestra Constitución Nacional y nuestra historia social y que hoy sigue recibiendo a cientos de hermanos de la Patria Grande en busca de formación.

La sociedad se encarga de poner en debate cada día el discurso que le escriben al poder del supuesto desinterés ciudadano (que bien contó el viernes Marcelo Torrez http://www.sitioandino.com.ar/n/228157-no-hay-bronca-extrema-ni-mucho-interes-en-votar-le-informan-a-cornejo/ ) y, muy a pesar de funcionarios y asesores, los pueblos construyen sus propias historias.

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